Era la tercera vez que acudían al Congreso de los Diputados, una visita de suma relevancia, que al igual que las dos primeras, ha puesto en el centro de todas las miradas a la princesa Leonor y a su hermana, la infanta Sofía; dos niñas que pese a compartir estilo, guardan pequeñas diferencias a nivel de estilo. Aunque a su llegada a los actos de celebración del 40 aniversario de la Constitución española, a priori el look de las hijas de los Reyes parecían gemelos, lo cierto es que, de cerca, los estilismos de las pequeñas escondían sutiles y reveladores detalles sobre el lugar que ocupa cada una de ellas en la línea de sucesión al trono española.
Desde que su padre se convirtiera en Rey de España, la princesa Leonor y la infanta Sofía han pasado de ocupar un segundo plano en la agenda de la Familia Real, a convertirse en partícipes de los diferentes actos a los que acuden sus progenitores. Un papel cada vez más importante, sobre todo en actos solemnes como el que ha tenido lugar la mañana del 6 de diciembre en el Congreso de los Diputados. Con motivos de los festejos organizados por las Cortes, en el 40 cumpleaños de la Carta Magna, los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía y las dos niñas han presidido un acto en el que el Felipe VI ha pronunciado un discurso sobre estas cuatro décadas de democracia.
Aunque a la llegada de la Familia Real, todas las cámaras han apuntado en un primer momento a doña Letizia, gracias a su vestido rojo fetiche, firmado Carolina Herrera, poco después, la princesa Leonor y la infanta Sofía han sido objetivo de los medios. Al entrar en el edificio, las hijas de los Reyes se han dejado ver con dos estilismos prácticamente calcados en el que únicamente pequeños detalles han marcado la diferencia entre las dos niñas y el lugar que ocupan en la Casa Real. Y es que, como viene siendo habitual en las apariciones de la Princesa de Asturias, el azul real parece haberse convertido en su mejor seña de identidad; un guiño que ha vuelto a incluir en esta ocasión y con el que se ha desmarcado de su hermana.
Ambas niñas han llevado vestidos cortos de cuadros en tonos gris marengo, con calcetines altos, hasta la rodilla, zapato plano y una capa de lana merino, con cuello chimenea y botón. La Princesa de Asturias ha elegido unos calcetines azul marino, a juego con sus manoletinas, mientras que la infanta Sofía ha lucido unos calcetines burdeos y unas merceditas en el mismo tono. De igual modo los abrigos de las pequeñas se han diferenciado por el color elegido: la mayor, en azul, mientras que la pequeña lo ha llevado en un tono vino jaspeado. Asimismo, los vestidos también han escondido sutiles diferencias en cuando a los colores de los cuadros, pero también en la parte frontal de los mismos: uno con chorreras, y otro con cuatro botones en el pecho.
Pero las diferencias no solo se han limitado a las prendas y complementos. Asimismo, las dos hermanas también han llevado recogidos muy simulares que, sin embargo, se han diferenciado en la forma de sujetar el cabello. Pese a que ambas han llevado un recogido con dos mechones laterales enrollados, en el caso de la Princesa de Asturias, su trenzado era más abierto y menos marcado que el de la Infanta; dos opciones casi calcadas, que les han permitido recordar de forma visual el lugar que ocupan dentro de la Familia Real.