La duquesa de Cambridge asistió a la recepción anual al cuerpo diplomático organizado por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham la pasada noche con un aspecto absolutamente radiante. Para su look de gala, Kate optó por un impresionante vestido de inspiración nupcial con tul realzado con cristales y adornos metalizados. Completó su imagen con un impresionante par de pendientes de perlas que anteriormente eran propiedad de su difunta suegra, Diana de Gales. Tampoco pasó desapercibida su diadema de diamantes y perlas, otra pieza del joyero real que se ha convertido en su favorita para este señalado evento, pues es la misma que ha elegido desde 2015.
Para tan señalada ocasión que organiza la reina Isabel II, la Duquesa optó por la tiara Lover's Knot. Se trata un regalo de bodas que recibió Diana de Gales por parte de la reina Isabel II en 1981. Para descubrir su procedencia hay que remontarse casi 70 años atrás, pues se trata de una joya que fue encargada para la reina Mary en 1913. Realizada por la joyería británica Garrard, tiene 19 arcos de diamantes decorados con 39 perlas. Curiosamente, Kate llevó por primavera vez esta joya hace tres años en este mismo acto; y se ha convertido en su favorita para esta ocasión pues la ha elegido siempre desde la edición de 2015 (en 2014, prefirió llevar la tiara Papyrus). El último evento que lució esta creación fue el pasado mes de octubre en una cena de Estado junto a los Reyes de Holanda.
En aquella cita en octubre, la Duquesa combinó sus joyas reales con un vestido azul grisaceo de Alexander McQueen. Ahora, opta por una creación de inspiración nupcial. Se trata de un diseño azulado y velado con tul blanco que se adorna con cristales y adornos plateados que se salpican por toda la pieza. Además, presenta un escote Bardot poco acentuado, drapeados en los hombros y un cinturón a juego marcando la figura.Tan elegante y glamuroso modelo pertenece a la firma Jenny Packham, una de sus favoritas.