El pasado domingo, día en el que Gianni Versace hubiera cumplido 72 años, la firma que lleva su apellido -ahora capitaneada por su hermana Donatella-, celebró un desfile en el que, por primera vez en su historia, subía a la pasarela sus propuestas previas al otoño. Con esta colección Pre-Fall 2019 presentada en Nueva York, la casa italiana inauguraba una nueva era en la que, de nuevo, rendía homenaje a la icónica década de los 90 y recuperaba varios de los diseños más conocidos de esta época. Entre las prendas que lucieron modelos como Irina Shayk, Hailey Baldwin, Emily Ratajkowski, Kaia Gerber o Amber Valletta se coló un vestido que no tardó en generar miles de comentarios debido a que suponía una reinterpretación de uno de los looks más polémicos de Jennifer Lopez.
Si elaborásemos una lista con los vestidos más icónicos de las últimas décadas, no cabe duda de que una de las posiciones estaría reservada para la cantante neoyorkina y el comentado estilismo con el que acudió a la entrega de los premios Grammy en el año 2000. Esta controvertida pieza hizo historia, a pesar de que Jennifer no estaba del todo segura de su elección en un inicio, y llegó a confesar que dudaba que fuera la prenda ideal para el evento. Sin embargo, se atrevió con ella y marcó un antes y un después en la alfombra roja de estos galardones. Este diseño de gasa tipo túnica con estampado tropical en tonos verdes y azules impactó, como es evidente, debido al pronunciadísimo escote en 'V' que tenía, y que llegaba incluso a mostrar el ombligo de la intérprete de El anillo.
Contra todo pronóstico, Jennifer decidió recuperarlo para subirse al escenario en un concierto en el Bronx en junio de 2004, aunque en aquella ocasión lo lució de una manera más comedida, ya que cerró la pronunciada abertura con tres grandes imperdibles dorados y añadió un cinturón para entallarlo. De esta manera, continuaba la creación del mito de una prenda que cuenta incluso con página propia en la Wikipedia y que propició el lanzamiento de Google Imágenes, ya que la gente quería buscar las fotografías de la cantante de las que todo el mundo hablaba en aquel momento.
Hoy, este vestido vuelve a ser noticia debido al comentado desfile, ya que durante el mismo se presentó en pasarela un modelo que le rendía homenaje. En el año 1999 era la modelo estadounidense Amber Valletta la que lucía el diseño original, y asimismo ha sido ella la encargada de presentar su reinterpretación. Esta mantiene el corte, el tipo de tejido e incluso la joya que remata el escote, aunque sustituye el estampado vegetal por un nuevo patrón hasta ahora nunca visto en Versace: los corazones. A pesar de que esta firma es una de la que más apuesta por prints de todo tipo, desde el animal hasta sus icónicas cadenas, ha logrado aportar un giro inesperado gracias a estos nuevos corazones multicolor que se presentan sobre un fondo negro.
Con este gesto, Donatella Versace vuelve a demostrar su afán por mantener viva la esencia de la firma, y una de sus vías, además de reinventar uno de los diseños más icónicos de Versace en la época post-Gianni, es otorgarle el protagonismo a las tops a las que encumbró su hermano. La prueba más evidente de ello fue el desfile primavera-verano 2018 en el que participaron por sorpresa Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helena Christensen. Desde entonces, otros rostros como Shalom Harlow o Christy Turlington -que no desfiló pero sí protagonizó una de las campañas fotográficas- han vuelto a trabajar para la marca.