Es la primera vez que la cumbre del G20 se realiza en Sudamérica por lo que tanto el presidente de Argentina, Mauricio Macri como su esposa, Juliana Awada, están plenamente dedicados a que la reunión de los líderes políticos internacionales salga perfecta. Uno de los primeros actos que el matrimonio ha tenido este jueves ha sido el recibimiento del mandatario francés y su mujer, ya que las acompañantes de los presidentes tendrán una agenda de actividades paralela. La primera dama argentina aprovechó la circunstancia para subir en su cuenta personal de Instagram, espacio en el que es muy activa, unas fotografías con Brigitte Macron recorriendo la Casa Rosada, la sede del Poder Ejecutivo de la República Argentina. "Compartiendo una charla sobre cultura y los lazos que unen a nuestros países" escribió la diseñadora acompañando las imágenes. En las capturas, ambas aparecen sonriendo y dedicándose mutuamente muestras de afecto, dejando ver la buena relación que existe entre ellas.
La primera dama argentina escogió un vestido de Evangelina Bomparola, una diseñadora local cuyas prendas forman parte a menudo de las elecciones estilísticas de la mujer de Mauricio Macri. El vestido estilo chemise de seda con estampado de margaritas fue el modelo por el que optó Juliana Awada para recibir a algunos de sus primeros invitados. De estilo informal con cinturón de brillantes y corte trasero tail hem, pertenece a la colección Resort 2019. Tanto los volantes en los puños como en la zona delantera daban dinamismo al diseño. Como calzado, y para no robarle protagonismo a la prenda, lució unas sandalias de tacón de Ricky Sarkany en color neutro y al igual que Brigitte prescindió de las medias.
Mientras el estilo de la anfitriona recuerda a mujeres de países mediterráneos -como las italianas Bianca Brandolini o Giovanna Battaglia- en este duelo de estilo Brigitte Macron define un estilo mucho más sobrio, más característico de las francesas. En su caso, fue al extremo contrario optando por un estilismo minimalista muy acorde a su gusto sencillo y refinado. Es por ello que para el recibimiento escogió un traje blanco de chaqueta y falda con cremallera delantera combinado con unos stilettos negros. Recurrir a los diseñadores nacionales siempre es un acierto, aunque tiene un significado todavía más especial cuando se trata de acudir a eventos institucionales, por lo que la esposa de Emmanuel Macron cumplió, una vez más, su papel como embajadora de la moda francesa con su conjunto firmado por Louis Vuitton, creación de su amigo Nicolas Ghesquière.