Hoy han aterrizado en Madrid con motivo de su visita de estado oficial el presidente de la República Popular China Xi Jinping y su esposa, Peng Liyuan, que van a pasar unos días en nuestro país acompañados de los Reyes. Felipe VI y doña Letizia están ejerciendo ya de perfectos anfitriones, y han comenzado la visita con una cena de bienvenida celebrada en la Zarzuela, en la que hemos podido ver el primer duelo de estilo entre ambas consortes, que curiosamente han escogido el mismo tono azul noche, y se han vestido con él de los pies a la cabeza tal y como hacen las expertas en moda para conseguir un efecto estilizador. Para la ocasión, la Reina ha recurrido de nuevo a su silueta preferida, la favorecedora corola propia de los años 50, mientras que su invitada ha preferido decantarse por un modelo que hacía un guiño a su país de origen.
Doña Letizia ha recuperado un favorecedor diseño de su vestidor, en concreto un vestido que sigue varias de sus fórmulas de estilo preferidas: cuello caja, sin mangas, entallado y con falda midi plisada de vuelo. De esta manera, vuelve a apostar por su diseñador de cabecera para las grandes ocasiones, Felipe Varela, con una creación que recuerda inevitablemente a la rosa empolvada que lució el pasado 12 octubre durante las celebraciones de los actos con motivo de la Fiesta Nacional, también obra del modisto español. Gracias a este modelo, que combina cuerpo de punto con una hilera de botones en la espalda y parte inferior de gasa de seda, la esposa de Felipe VI demuestra que conoce la mejor manera de potenciar su esbelta figura. Por su parte, Peng Liyuan se ha decantado por un vestido que rinde homenaje a la moda de su país, de cuello perkins, mangas francesas de farol y bordados florales de inspiración claramente asiática.
En cuanto a los accesorios escogidos por doña Letizia, ha añadido salones a tono de Nina Ricci, aunque, sin duda, lo más destacado han sido las joyas. Ha recuperado de su joyero unos pendientesde la firma Bvlgari cargados de significado, puesto que estas criollas rematadas con un colgante de brillantes con topacio azul en talla lágrima fueron un regalo de la firma cuando todavía era Princesa de Asturias con motivo del nacimiento de la princesa Leonor. También ha optado por lucir una de las 'Pulseras Gemelas' de Cartier, uno de los brazaletes de diamantes que fueron incluidos por la Reina Victoria Eugenia entre las llamadas joyas de pasar.
La primera vez que le vimos esta prenda a la Reina fue en el concierto celebrado en el marco de los Premios Princesa de Asturias de 2017, cuando, tal y como ha hecho hoy, decidió combinarlo en un total look al agregarle salones de Magrit a tono. En aquella ocasión añadió una dosis extra de sofisticación y dramatismo al sumarle también pendientes tipo chandelier y un estilismo de belleza más recargado, con maquillaje potente y coleta con ondas en contraposición a la naturalidad que desprendía hoy.