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Mónaco vivió el lunes su Día Nacional, una fecha marcada en el calendario donde prácticamente se pudo ver al completo a la familia real monegasca. Los Grimaldi nos dejaron una instantánea perfecta para analizar, sin Carlota Casiraghi pero con el gran debut de los nietos pequeños de la princesa Carolina: Stefano, Francesco y Maximilian. Tras los eventos matutinos, llegó el momento de la gran fiesta, una cena de gala donde se encontraba una impactante Carolina de Mónaco con un estilismo que recreaba una de las elecciones más icónicas de la reina Letizia en 2017. Junto a ella, la princesa Charlene y Beatrice Borromeo. Curiosamente, el estilismo de esta última también protagonizó otras de las anécdotas de la velada, pues llevó uno de sus vestidos más decisivos en 2014. Se trata del diseño de Giorgio Armani que lució en el enlace de sus cuñados y que no pudo verse con detalle el día de su estreno hace cuatro años.
Creado por uno de sus diseñadores de cabecera, este look fue el elegido por Beatrice para la boda de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi el 2 de febrero en Gstaad, Suiza. Tal y como se podía adivinar en el boceto que proporcionó la firma, su vestido presentaba una línea sirena con escote barco realzado con incrustaciones de cristal que también se disponían en los puños de sus mangas. Por el cuerpo, se disponían unos plisados estratégicos que realzaban el talle y la falda se dotaba de vuelo gracias a un efecto velado.
Sin embargo, de este diseño al completo no trascendieron imágenes, pues solo pudimos ver a Beatrice Borromeo en fotografías de exterior. Allí, debido a la gran nevada que caía, acompañó su estilismo de un abrigo al tono con cinturón de cristal, también de Giorgio Armani, que no permitió ver su vestido en su totalidad, creando así el misterio que cuatro años después queda resuelto. En esta ocasión, realza esta creación con una estola de plumas y clutch de strass.
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