En la Plaza de los Palacios de Bruselas, los Reyes de Bélgica han dado la bienvenida oficial al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y Brigitte Macron, con motivo de su visita oficial de dos días a su país vecino. Para la ocasión, la Primera Dama francesa ha apostado por un estilismo sin demasiadas sorpresas, en tono gris con microestampado, comedido y sobrio. Sin embargo, la reina Matilde por su parte se ha decantado por el rojo todopoderoso, al igual que hizo Mary de Dinamarca el pasado mes de agosto en su encuentro con Macron.
Concretamente, y bajo el sello de Dior, Matilde recurrió a un vestido en color con cuello cisne que presentaba un cuerpo velado creando una elegante transparencia bajo la que se disponía un escote palabra de honor para adecuar este detalle a su imagen más royal. Además, incorporaba un elegante abrigo en línea New Look, que mostraba un delicado plisado frontal y un fino cinturón superpuesto. Realza su imagen con la incorporación de un pequeño sombrero tipo casquete al tono y da una concesión a crear contraste con la incorporación de unos salones en tono nude. Un acertado complemento, pues se trata de un diseño capaz de combinar con cualquier vestido o color. En este caso, lo coordina con un pequeño bolso de mano, modelo C'est Dior, y guantes a juego.
Por su parte, Brigitte Macron vuelve a lucir su bolso de piel bicolor de Louis Vuitton y recurre a este tipo de silueta que refuerza sus hombros con ayuda de piezas de corte masculino, en este caso un abrigo midi con hombreras. En color gris y con doble botonadura en dorado, la Primera Dama opta por un conjunto de dos piezas poco sorprendente aunque muy afín a su estilo, más en línea con prendas de inspiración working que a los volúmenes y faldas con plieques, propios de la realeza . Como decíamos, esta misma fórmula la repitió -aunque en rojo- en su duelo con Mary de Dinamarca, por lo nos habría gustado ver a Brigitte innovar en su primer duelo de estilo en Bruselas.