Con motivo de la visita a Jordania del presidente de la República de Macedonia, Gjorge Ivanov, y la primera dama, Maja Ivanova, la reina Rania ha mostrado una imagen muy regia con un look en el que imperaba la sobriedad. Sin embargo, y haciendo gala de ese ímpetu innovador que le acompaña en sus decisiones de moda, recupera la silueta de tendencia pero, como siempre, haciendo su propia aportación de estilo. Esta vez ni su bolso ni su vestido han sido los únicos protagonistas. La Reina opta por combinar varios pendientes a la vez a modo de piercings, una tendencia por la que actrices españolas e internacionales y modelos llevan apostando desde hace varias temporadas pero que solo ella ha querido hacer suya en territorio royal.
En cuanto al vestido, se trata de un diseño en tono azul oscuro y clásica línea lady. Sin embargo, esta creación de moderniza gracias a un acabado de inspiración retro en los hombros, los cuales se presentan muy marcados y realzados con hombreras que potencian visualmente esta zona del cuerpo. Como toque de distinción, recupera un detalle de tendencia que unifica los vestidores de la realeza y primeras damas: el escote a la caja con lazada al cuello.
Como complementos, Rania de Jordania recurre a un bolso de piel de serpiente en acabado metalizado, modelo Darling de Bottega Veneta; y salones de seda azul con tacón de 10,5 centímetros, de Gianvito Rossi. Entre los pendientes que muestra, combina en su lóbulo dos creaciones de oro y diamantes que presentan forma de anillo del que cuelgan pequeños colgantes, de Djula.