Anoche tuvo lugar en Berlín la entrega de los Premios Bambi 2018, unos galardones que reconocen el trabajo de los profesionales del mundo de la televisión y los medios audiovisuales desde hace 70 años. Una de las actrices que se ha llevado a casa el trofeo en forma de cervatillo este año ha sido Penélope Cruz, que ha ganado en la categoría de 'Mejor Actriz Internacional' gracias a su papel como Donatella Versace en la miniserie El asesinato de Gianni Versace. Pero no solo ha conquistado a la prensa alemana por su impecable interpretación al meterse en la piel de la diseñadora, sino que también ha conseguido generar miles de comentarios gracias al look que escogió para acudir a la gala.
Ni la icónica excentricidad de Versace ni la elegancia atemporal de Chanel, casa de la que es imagen: esta vez la actriz madrileña ha apostado por Toni Maticevski, un creador australiano, para posar ante los medios. A pesar del origen de este diseñador, el modelo en el que se enfundó anoche Penélope se trata de una prenda con inspiración claramente española. Escote asimétrico, cuerpo entallado y una espectacular falda efecto tail hem creada a base de grandes volantes de crepé son las características principales de este vestido, que, por si quedaba alguna duda, se denomina Flamenco. Con él, la protagonista de Todos lo saben ha potenciado su silueta, demostrando que a sus 44 años está mejor que nunca.
La apertura frontal de la falda creaba un sugerente efecto cuando Penélope caminaba sobre la alfombra negra desplegada en la capital alemana, efecto que se multiplicaba gracias a las sandalias minimalistas de tacón con pulsera en el tobillo que le ha sumado. De esta forma, la actriz ha presumido de torneadas piernas y envidiable figura sin renunciar a su característica elegancia. Para completar el conjunto, ha agregado bolso de mano ovalado con cierre de borla y unos pendientes colgantes de brillantes que han adquirido protagonismo gracias al pulido recogido con el que ha despejado su rostro.