Con motivo del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, Charlene de Mónaco ha viajado hasta París. Allí, y coincidiendo con las primeras damas Begoña Gómez, Melania Trump y Brigitte Macron, entre otras, ha confirmado una silueta con la que se siente cómoda y que le favorece. Tal y como hiciera en los Premios Princesa Grace con un esmoquin, la esposa del príncipe Alberto se deja seducir por una imagen que recupera una línea masculina, que consigue suavizar gracias a un guiño de tendencia y empoderamiento femenino que también conquistó a las esposas de Donald Trump y Emmanuel Macron, una prenda con lazada al cuello.
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Ayer durante el almuerzo en el Castillo de Versalles tras la ceremonia internacional del centenario del armisticio de 1918, la Princesa hizo un guiño al esmoquin que llevó en los Premios Princesa Grace al recuperar la comodidad del pantalón negro y recto. Un básico que hace coincidir su elección con la de Brigitte Macron.
Lo combina con un top a juego que presenta un detalle de empoderamiento femenino, pues se trata un diseño pussy bow. Una lazada al cuello que curiosamente también incluyó en su look la primera dama francesa, así como Melania Trump. Coincidencia en la que Charlene de Mónaco marca la diferencia al decantarse por una lazo en tamaño oversize mucho más llamativo y más royal. Culmina su estilismo con un abrigo recto en pata de gallo y hombros marcados, de Givenchy. Sello francés que también firmaba su bolso negro, el cual se pudo ver en el primer acto del día en el Elíseo.
En la noche del sábado, el total look marcó la imagen de la princesa monegasca durante una cena en el Museo de Orsay de París. Allí, Charlene llevó un vestido largo y negro con seductora abertura en la falda que, y reiterando su apuesta por guiños al estilo masculino, combina con un blazer al tono. Completa su elección con zapatos al tono y unos pendientes de perlas.