A principios de año, cuando los medios internacionales hablaban sobre la posible crisis entre Donald y Melania Trump, el Presidente y la Primera Dama no tardaron en dar un golpe de efecto. Intención o casualidad, una sucesión de estilismos coordinados hasta el mínimo detalle y un fondo de armario bien elegido (a juego en todas sus tonalidades) sirvieron al matrimonio para poner fin a los rumores de esas semanas. Pero no solo Melania ha sabido sacar partido al power dressing en situaciones adversas. De la Casa Blanca al Elíseo, similares comentarios también han recaído recientemente sobre la pareja más poderosa de Francia, Emmanuel y Brigitte Macron. Sin embargo, las últimas imágenes de Brigitte, lejos de avivar el supuesto distanciamiento, podrían transmitir una buena conexión entre ambos. Y sus estilismos tienen mucho que ver.
A finales de la semana pasada, la pareja se tomó un descanso y, dejando de lado compromisos de agenda, fueron fotografiados caminando de la mano por la playa de Dauville, localidad francesa en la región de Normandía. Alejada de su imagen más sobria, Brigitte Macron volvió a reciclar su abrigo favorito. Un rejuvenecedor diseño en rosa vibrante que también llevó el pasado mes de abril en su visita a Washington junto a Macron, cita en la que, al igual que en esta imagen, la pareja apenas se soltó de la mano. A diferencia de entonces, la francesa optaba esta vez por combinarlo de forma más relajada y con unas botas planas, dando lugar a un look alegre y desenfadado.
Pero no solo vestir de tonalidades llamativas y luminosas pueden definir el estado de ánimo de quien las elige. Al margen de los rumores, la coordinación es la apuesta que más repiten los Macron. Días después -durante un acto conmemorativo en la catedral de Notre-Dame de París- la pareja volvió a hacerlo: se mimetizó en una idéntica gama cromática y una misma fórmula estilística: abrigo tres cuartos, calzado negro y bufandas similares. Unos looks casi idénticos que siguen los pasos del twinning que acompaña a las parejas más sólidas.
Entre los casos más sonados de parejas 'mimetizadas' fue precisamente, como decíamos, esa instantánea protagonizada por Donald y Melania Trump. Sus estilismos dominados por los tonos azul y rojo sirvieron para recordar sus sentimiento hacia los colores de la bandera americana pero, sobre todo, fueron clave en aquella puesta en escena marital. Ante rumores de crisis, parece que además de los gestos de afecto, cierta dosis de twinning sirve como herramienta de comunicación no verbal.