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Durante su primera semana en Australia, país en el que se encuentra de visita oficial junto al príncipe Harry, Meghan Markle ha dejado a sus incondicionales grandes looks que le han valido a más de una marca el cartel de soldout. ¿Entre sus propuestas? Desde vestidos midi con los que ha camuflado su incipiente silueta premamá, a las alpargatas made in Spain con las que acudió a una fiesta en la playa, pasando por la chaqueta blanca que llevó a modo de guiño a las actrices de Hollywood. Diferentes elecciones que han revolucionado las redes. Sin embargo, lo que Meghan Markle no esperaba era que uno de sus vestidos la vinculara a una ex de su marido. Una coincidencia que no han tardado en constatar los seguidores de la Duquesa de Sussex y de la que rápidamente se han hecho eco varios medios internacionales.
Aunque la mayoría de sus apariciones en Australia han tenido un carácter disentido e incluso informal, el sábado Meghan Markle acudió junto al príncipe Harry de Inglaterra al acto con el que quedaba inaugurada la ampliación del memorial ANZAC en Sídney que rinde homenaje a los combatientes caídos durante la Primera Guerra mundial. Los Duques de Sussex depositaron un ramo de flores y guardaron un minuto de silencio junto al primer ministro del país, Scott Morrison y la jefa del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
Mientras el hijo del príncipe Carlos apareció con un traje de gala, Meghan Markle se ciñó al protocolo con un vestido camisero negro de Emilia Wickstead de corte midi muy femenino, abotonado en la parte delantera. Para complementar su look, la exactriz eligió un tocado del sombrerero Philip Treacy, en el mismo color y un bolso de mano a juego. Aunque este estilismo podía haber entrado en la lista de grandes apariciones de la Duquesa de Sussex, ha terminado siendo noticia por tratarse de la misma prenda que eligió hace cuatro meses una exnovia del príncipe Harry. Para acudir a la Final del Polo Cartier Queen's Cup en Windsor Great Park Jenna Coleman, actriz con quién se relacionó en junio de 2015 al nieto de Isabel II, apostó por la versión blanco roto del popular diseño Camila (2.110 euros en el portal Net-A-Porter); un modelo que combinó con unas sandalias de alza y un bolso circular nude
Pero la actriz británica no es la única seguidora de este femenino diseño. De igual modo, hace tan solo unos meses, Ivanka Trump también apareció ante los medios con este mismo vestido; un nombre que se suma a la larga lista de clientas VIP de la creadora neozelandesa y en la que Duquesa de Cambridge ocupa un lugar especial. ¿El motivo de este éxito? El aire vintage y femenino de unos modelos que tienen como referentes iconos de la moda de los 40 como Edith Bouvier, prima de Jackie Kenney.
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