Imprescindibles en las bodas de día de un tiempo a esta parte, los tocados se han convertido en el toque maestro de muchos looks de invitada, en ese detalle que puede transformar un vestido sencillo, reinventar un estilo o incluso convertirte en la más elegante de la fiesta. Así ha sucedido en las últimas celebraciones de la socialité madrileña. En el enlace de los Duques de Huéscar, por ejemplo, Eugenia Martínez de Irujo daba un espíritu divertido a su vestido rojo de Lorenzo Caprile con un tocado de plumas de varios colores, mientras a pocos kilómetros de distancia del Palacio de Liria, en la boda de Maria Vega Penichet Fierro y Fernando Ramos de Lucas, Alessandra de Osma sofisticaba un vestido midi de cuadros Vichy con una diadema trenzada. La responsable de ambos tocados y de otros como el de Pilar González de Gregorio o Matilde Solís, invitada y madrina respectivamente en la boda de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart (que ocupa esta semana la portada de ¡HOLA!) es Ana María Chico de Guzmán, la diseñadora detrás de Mimoki. Después de semanas que recuerda con "mucha intensidad de trabajo e ilusión", hablamos con la madrileña sobre su experiencia y sus claves de experta.
Habéis creado más de 40 tocados para el enlace de los duques de Huéscar, ¿cuáles han sido las piezas más difíciles o más especiales?
Si, han sido semanas de mucho trabajo para hacer todos los encargos de esta boda que esperábamos con tanta ilusión. Una de las piezas más especiales fue el tocado de una prima de la novia que llevaba una estructura realizada en sinamay natural, realizada de forma artesanal y coronada con unas plumas de gallo tintadas en dos colores y colocadas una a una dando altura y movimiento al diseño.
En el caso de todos estos diseños exclusivos, ¿con cuánto tiempo de margen acudieron las invitadas al taller?
Algunas con más de 4 meses... ¡otras con menos de 4 días!
Eugenia Martínez de Irujo fue una de las invitadas más esperadas en la boda de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart. Gran parte del éxito de su estilismo se lo debió al tocado que Ana María y su equipo de Mimoki crearon para la ocasión. "Es la primera vez que creábamos un mimoki para ella y se ha implicado mucho en el diseño final", nos cuenta la diseñadora. "Es único: una diadema en forma de turbante realizada en rafia de seda con un acabado metalizado con un conjunto de plumas en tonos rojos, beige y nude de marabú y faisán. Un diseño cómodo y fácil de llevar, y con un movimiento muy sofisticado", revela sobre esta pieza que, seguro, tendrán en cuenta próximas invitadas.
¿En qué mujeres se inspiran vuestras clientas cuando buscan su tocado?
Muchas vienen ya con la foto del mimoki que quieren probar y vemos juntos si es el que más le favorece y mejor encaja con su look. Otras vienen sin ninguna idea preconcebida y se dejan asesorar y sorprender al cien por cien.
Tras la experiencia de más de diez años creando tocados para invitadas, ¿qué destacarías sobre el estilo de las españolas?
Las españolas cada vez nos atrevemos más con volúmenes y colores diferentes. Con la mezcla de estampados y la combinación armoniosa de colores para unos looks mucho más especiales.
No hay boda sin tocado, pero... ¿cómo se encuentra el diseño perfecto?
Cuando creamos una pieza, lo primero que tenemos en cuenta es conocer a esa persona y el tipo de evento al que va a ir. Si es una boda de mañana o de tarde; una fiesta o es para un momento más casual. Sus rasgos físicos y el colorido son muy importantes, tanto como su personalidad y el papel que juega en dicho evento. Es imprescindible conocer los detalles de su vestido y otros accesorios para poder crear el look completo con su mimoki perfecto. Además, la forma del rostro, el largo del cuello, el ancho de sus hombros, el color y volumen del pelo, y la forma de sus cejas son factores que marcan mucho el tipo de tocado que más le va a favorecer.
Qué consejo darías a todas nuestras lectoras de HOLA.com si están pensando en comprar un tocado
Que no lo dejen para el último momento pensando que puedes ponértelo en un segundo mientras bajas por el ascensor. Se necesita tiempo para colocar y fijarlo perfectamente. Hacerse una foto días antes con el tocado para poder recordar cómo se coloca exactamente ayuda a evitar la malas pasadas que a veces juegan los nervios de última hora.