Ayer tuvo lugar uno de los duelos de estilo más esperado de los últimos meses, el que enfrentaba a Brigitte Macron y Doña Letizia con motivo de la visita de los Reyes a París. Tras meses de espera debido a la ausencia de ambas en el encuentro que tuvieron sus maridos en Madrid el pasado julio, por fin pudimos ver a la Primera Dama francesa y a la Reina de España juntas. Mientras que Macron apostó por su habitual sobriedad con un diseño blanco de escote chimenea, la esposa de Felipe VI deslumbró anoche al recuperar uno de sus diseños más alabados por la crítica especializada en los últimos meses, algo que ha hecho en varias de sus últimas apariciones, demostrando así que escucha a los medios.
En este caso, volvió a lucir un impecable vestido azul noche de Delpozo de silueta lápiz, manga francesa y cuello barco adornado gracias al llamativo juego de volúmenes característico de su artífice, el creador Josep Font. Lo estrenó en diciembre de 2017 en la entrega de unos premios deportivos, y la ocasión para reciclarlo no ha podido ser mejor puesto que tanto el largo midi como la estética minimalista y las líneas depuradas únicamente rotas a través de la gran flor que adorna el cuerpo eran perfectos a nivel de protocolo. Esta vez, decidió cambiar únicamente el peinado al aportar un aire más relajado gracias a los mechones sueltos que dulcifican sus facciones.
Al recuperar este favorecedor vestido se aleja de las elecciones tradicionales de otras royals para acercarse más a estilismos que no sorprendería ver en cualquiera de las grandes alfombras rojas de Los Angeles, tal y como ocurría con el diseño de Pedro del Hierro con el que impactó en la inauguración de la temporada 2018/2019 del Teatro Real de Madrid. Aquel mono, del mismo tono que el comentado modelo de Delpozo, aportaba una sofisticada estética gracias a la banda que recorre el cuerpo a modo de capa y se prolonga en larga cola. Curiosamente, en aquella cita también apostó por maquillaje y peinados similares a los que lució ayer.
Además de seguir los consejos de la crítica y apostar por piezas tan especiales para los grandes eventos, la Reina también hace lo propio con los conjuntos de su día a día. Esta misma semana recicló conjunto para acudir al famoso Día de la banderita organizado por la Cruz Roja para recaudar fondos para sus fines benéficos, y presidió una de las mesas de la organización ataviada con un total look negro que rompió con un abrigo rosa tres cuartos con manga francesa, cuello redondeado, microestampado geométrico azul marino y bolsillos con botones joya.
Esta pieza de la firma Atos Lombardini acaparó en su día numerosos titulares, por lo que no resulta extraño que Doña Letizia haya vuelto a escogerlo recientemente. Algo similar ocurre con los leggins de cuero que le agregó, una prenda poco usual en el vestidor de la realeza pero que ella ha sabido adaptar a su estilo y ha logrado convertir en uno de sus nuevos básicos. Gracias a estas elecciones, la Reina de España está renovando de manera progresiva y discreta su imagen para conseguir una estética digna de las grandes actrices de Hollywood.