Era uno de los encuentros más esperados de los últimos meses. La expectación fue creciendo desde julio, cuando pudo haber sido pero finalmente no fue, hasta hoy, día en el que finalmente la reina Letizia ha compartido instantánea con la primera dama francesa, Brigitte Macron. Los Reyes han viajado hasta París para visitar, junto al Presidente de Francia y su esposa, una exposición retrospectiva sobre el pinto Joan Miró, a la que seguiría una cena en honor de Felipe VI y Doña Letizia. El Gran Palais, primero, y el Palacio del Eliseo, después, han sido los escenarios en los que se ha resuelto este primer duelo de estilo entre la Reina y Brigitte Macrom. Y si en su anterior gran encuentro con una primera dama, Melania Trump, Doña Letizia decidió apostar sobre seguro (llevando un vestido que tenía la esposa de Trump), las tornas han cambiado: la Reina parece haber aprendido que quien no arriesga, no gana, y hoy ha sido la primera fama francesa quien ha homenajeado (queriendo o no) a la Reina.
Para esta cita de tarde que después, con una cena en su honor, se transformaría en un evento de noche, Doña Letizia ha optado por un vestido que aúna la sobriedad todoterreno del color azul noche y la sofisticación del diseñador Josep Font para la firma Delpozo. No se trata de un diseño nuevo, sino de un modelo que la Reina lució en unos premios de deporte en diciembre de 2017, con silueta ceñida, manga francesa y escote asimétrico, gracias a la gran flor arquitectónica que incorpora en el lateral derecho. Igual que sucedió hace unas semanas con un mono de Pedro del Hierro, las asimetrías, el azul noche y, especialmente, un diseño propio de una estrella de Hollywood han multiplicado su estilo. El tipo de evento escogido para reciclar el diseño ha sido perfecto, puesto que se trataba de un acto oficial de tarde con una cena privada, con lo que los vestidos cortos o largos quedaban fuera del protocolo, así como los diseños demasiado recargados con bordados o pedrería.
Si en el estreno de este vestido el pasado año la Reina ya triunfó, hoy, diez meses después, no se ha quedado atrás. Los complementos con los que ha combinado el diseño de la colección Pre-fall 2017 de Delpozo han sido similares a los elegidos en la anterior ocasión: stilettos azules (de Nina Ricci), clutch estilo cartera (de Varela) y pendientes brillantes. También su peinado ha sido parecido, un recogido con raya central, aunque en esta nueva cita ha dejado sueltos algunos mechones, un gesto muy favorecedor, dado que suaviza las facciones, y del que Meghan Markle es su mejor embajadora royal.
La primera dama francesa, por su parte, ha hecho gala de su estilo minimalista, y ha optado por un vestido muy sencillo, con manga larga y falda por encima de la rodilla, en uno de sus tonos favoritos, el blanco roto. Este diseño que Brigitte Macron ha combinado con zapatos negros de tacón y un bolso de mano en negro y beige, incorporaba un detalle, el cuello chimenea, que además de sumar un toque sofisticado, siempre recordará, al menos en España, a aquel traje de Armani que Doña Letizia eligió para su pedida de mano, en 2003. ¿Homenaje o casualidad? La misma pregunta que en junio se formuló cuando la Reina se encontró con Melania Trump llevando un vestido que la primera dama de Estados Unidos había llevado meses antes, cambia ahora de protagonistas, confirmando quién ha ganado esta tarde en este duelo de estilo.