El mes de la moda va llegando a su fin, y, una vez más, será París la encargada de despedir unas semanas repletas de desfiles, presentaciones, fiestas y mucho street style. Tras Nueva York, Londres y Milán, le ha tocado el turno a la ciudad de la luz de subir a la pasarela las nuevas propuestas de las firmas francesas. Entre las numerosas influencers, actrices y modelos que han paseado este fin de semana por la capital del país vecino ha destacado la presencia de una princesa, ni más ni menos que Charlene de Mónaco. Después de que su sobrino Pierre Casiraghi acaparara todas las miradas en el show de Armani en Milán junto a Beatrice Borromeo y que su sobrina Pauline Ducruet hiciera lo propio en varias jornadas tanto en la ciudad italiana como en la Gran Manzana, la esposa de Alberto de Mónaco ha decidido volver a la Paris Fashion Week para conocer lo nuevo de Akris, una de sus casas favoritas.
Charlene ha acudido al desfile en el que el diseñador Albert Kriemler -director creativo de la marca suiza- ha mostrado sus propuestas para la próxima temporada primavera-verano 2018/2019. Pese a que Akris es una de las favoritas de la princesa, que ha lucido en numerosas ocasiones sus diseños y ha asistido a varios de sus desfiles, llevaba desde 2013 sin pisar sus presentaciones y desde 2014 sin acudir a la Paris Fashion Week, pero ayer decidió regresar a ella por todo lo alto con un impactante look que no ha tardado en generar numerosos comentarios.
La esposa de Alberto II ha escogido para su regreso a la semana de la moda un look poco habitual en ella, compuesto por un vestido negro de cuello cisne entallado a la cintura con las mangas de acabado asimétrico, el escote y la sobrefalda decorados con transparencias. Este diseño de inspiración gótica dista de sus habituales elecciones, más clásicas y románticas. A pesar de que el color negro es una de las grandes apuestas de Charlene para las grandes citas, nunca había escogido uno de este estilo. Además, a su llegada al show, le agregó una chaqueta de cuero corta que le aportó un aire más roquero, aunque durante la presentación y a la salida prescindió de ella.
Como complementos, sumó salones de tacón negro con punta redondeada y un pequeño clutch a tono. En cuanto a las joyas, únicamente lució unos pequeños pendientes en forma circular que iluminaban su rostro, maquillado con efecto 'cara lavada' como suele ser habitual en ella.