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Tras acudir al trigésimo aniversario del ingreso de la mujer en la Guardia Civil y al XXV aniversario del ingreso de la mujer en la Academia General Militar como oficial del cuerpo, la semana de doña Letizia más relacionada con el papel de la mujer terminaba este domingo. Su tercer acto de apoyo, en esta ocasión al deporte, fue nada menos que el partido final de la Copa del Mundo de baloncesto femenino. El evento, que ha tenido lugar en el Pabellón de Deportes de Tenerife Santiago Martín, fue presidido por la Reina, que siguió con interés el enfrentamiento entre Bélgica y España. El partido tenía una relevancia particular al tratarse del evento más importante a nivel internacional femenino del FIBA y se saldó con la victoria para las españolas convirtiéndolas en ganadoras de la medalla de bronce. Para asistir al evento, la Reina animar a la selección llevando un conjunto compuesto por blusa blanca de manga larga y pantalones rojos acampanados que seguía su fórmula infalible para apoyar a las deportistas femeninas de nuestro país, puesto que recuerda inevitablemente al que lució para recibir a las campeonas del Mundial de fútbol sub-17 el pasado julio.
Independientemente de si la elección del color de su conjunto fue un guiño a los colores del equipo del país, el rojo es uno de los tonos preferidos y que más favorece a la mujer de Felipe VI. Además suele guardarlo para las ocasiones especiales, como, por ejemplo, la última vez que lo lució, en el triple aniversario del Real Sitio de Covadonga. La blusa blanca de Hugo Boss -uno de los básicos imprescindibles de su vestidor- combinaba dos tejidos, ya que la que la manga y la parte trasera mostraban un pequeño relieve. Con los botones delanteros abrochados hasta arriba, la Reina dejó un pequeño escote pico y llevó la prenda ligeramente metida dentro del pantalón de cintura alta.
Con este modelo, ceñido hasta la rodilla y con bajo acampanado decorado con aperturas laterales, doña Letizia ha potenciado su figura tal y como hiciera hace unos días al recurrir a su nuevo pantalón fit de Hugo Boss. Esta prenda es una de las que conforma el traje de chaqueta rojo firmado por Roberto Torretta que estrenó el pasado marzo en Valladolid. En aquella ocasión, lo lució en un total look que generó cientos de titulares, pero hoy ha prescindido de la americana y ha sustituido el top carmesí por uno blanco para darle un aire totalmente diferente a su conjunto, volviendo a demostrar su maestría al reciclar las prendas de su armario. En cuanto a los accesorios, la Reina ha apostado por unos stilettos burdeos, cartera de mano tipo sobre con efecto cocodrilo de Uterqüe y sus inseparables pendientes de diamantes y oro blanco con forma de daga de los guerreros árabes de Gold and Roses.
"Tienen espíritu de campeonas. Creo que es otra alegría más para el deporte español" declaró la monarca tras presenciar el resultado. Para el evento repitió la fórmula de estilo que tan bien le había funcionado cuando compartió el triunfo de la Selección Nacional femenina de fútbol sub-17 al proclamarse campeona de Europa. En aquella ocasión llevó también una blusa blanca sin mangas con un pantalón azul marino de cintura alta. En la 18ª edición del enfrentamiento de baloncesto, la monarca también ha apostado por un estilismo elegante recurriendo a la blusa blanca, uno de los básicos del armario que encaja en cualquier tipo de look y que, demuestra que gracias al resto de prendas, se convierte en un recurso idóneo para todas las circunstancias.
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