Junto al príncipe Harry y su madre, Doria Ragaland, Meghan Markle ha vivido una jornada muy especial al debutar como anfitriona en un acto celebrado en el Palacio de Buckingham. Una ocasión sin precedentes que también se acompañaba de un hito en su trayectoria como royal, ya que se presentaba su primer proyecto solidario: el libro de recetas el que ha escrito el prólogo y cuyos beneficios se destinarán a continuar fortaleciendo comunidades a través de la cocina. Para la ocasión, la Duquesa ha apostado por una imagen en la que parecía no arriesgar, pero que realza gracias a una prenda de tendencia que no dejó ver en un primer momento al llevar un largo abrigo, un body. Se trata de una prenda que acerca su vestidor a los looks de las supermodelos, tal y como también hizo recientemente Ivanka Trump.
A su llegada, Meghan Markle ocultaba su body bajo un largo abrigo en tono Zephyr Blue. Se trata de un diseño de lana y viscosa que presenta largo midi y amplias solapas y que pertenece a la firma Smythe (1.079 euros). Su color es muy similar al que protagonizó uno de los estilismos más comentados que ha llevado este verano.
En contraste con este color, el resto de prendas y complementos de su estilismo, entre las que se encuentra su body. Confeccionado en cashmere, se trata de un diseño de la firma Tuxe, sin mangas y con turtle neck (392 euros). Lo coordina con falda de Misha Nonoo en corte midi (225 euros), su largo más definitorio; y unos zapatos con tacón ancho.