La expectación era máxima. Desde 1982 no se producía una visita oficial a Dinamarca por parte de las autoridades francesas, pero, tal y como estaba anunciado, ayer el Presidente Emmanuel Macron y su mujer aterrizaron en Copenhague para reunirse con los soberanos daneses en un viaje de dos días que nos está permitiendo disfrutar de un esperado duelo de estilo entre Brigitte Macron y la Princesa Mary. Curiosamente, el primer encuentro entre ellas estuvo teñido del color estrella de Doña Letizia. Si hace unos días tanto Victoria de Suecia como Melania Trump recurrían a la fórmula de estilo favorita de nuestra Reina, hoy son la Primera Dama de Francia y la Princesa de Dinamarca las que optan por otra de las claves de su vestidor: el tono rojo.
Esta tonalidad, que se ha convertido en la gran aliada de la esposa del Rey Felipe VI desde su época como princesa -recordemos su presentación ante la realeza europa precisamente en la boda de los herederos daneses con aquel icónico diseño de Lorenzo Caprile en 2004-, está asociada tradicionalmente a la soberanía y, por lo tanto, no resulta extraño que se haya establecido como una de los favoritas de las royals a la hora de vestir. Esta vez, ha propiciado una curiosa coincidencia de estilo entre Brigitte Macron y Mary de Dinamarca, pero cada una ha sabido adaptar este color a su estilo propio.
La Princesa ha escogido un diseño confeccionado en seda con un delicado cuello mao que cierra una pequeña abertura frontal en forma de lágrima, manga larga con volumen y falda efecto wrap de largo midi. Se trata de una creación de la firma brasileña Raquel Diniz a la que ha sumado clutch a tono, un broche floral dorado y stilettos de serpiente -lo que demuestra que es conocedora de las tendencias del momento- y que, curiosamente, llevó otra monarca el año pasado. Mette-Marit de Noruega eligió la misma prenda en mayo de 2017 para visitar el Museo Munch en Oslo, pero ella fue más discreta con los accesorios y únicamente le agregó unos salones nude.
Por su parte, la mujer de Emmanuel Macron ha recurrido a una de sus combinaciones más características: vestido y abrigo a juego. A la Primera Dama francesa le gusta lucir estilismos totalmente conjuntados y, aunque el rojo no es un color que suela elegir, ya que su vestidor está compuesto en su mayoría por prendas de tonalidades más neutras o pastel, esta vez ha decidido apostarlo todo a este tono. El resultado es un look de estética años 60 en el que suma un abrigo de líneas rectas, sin cuello y con grandes botones negros a su sencillo vestido con cuello caja por encima de las rodillas.
Después de este duelo de estilo a la luz del día, ha tenido lugar una cena de gala en la que tanto la Princesa como la Primera Dama han vestido impecables looks de largo. Brigitte ha sido fiel a su fórmula favorita al escoger un diseño blanco de manga larga muy similar a los que lució tanto en su visita a los Duques de Luxemburgo como a la Casa Blanca, esta vez con detalles plateados. Mary de Dinamarca ha preferido optar por una creación estampada con falda de línea 'A' (su favorita) y escote asimétrico del que partía una vaporosa y discreta capa de gasa que contribuía a crear un look totalmente digno de una princesa de cuento. No era la primera vez que la esposa de Federico de Dinamarca lucía este vestido, ya que posó con él hace casi un año con motivo del décimo aniversario de su fundación, aunque aquella vez no contaba con el detalle de la capa.