Jennifer Garner vivió ayer uno de los días más relevantes de su carrera al recibir su Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood tras más de 20 años de carrera, y lo hizo rodeada de sus familia y amigos, entre los que no se encontraba su exmarido Ben Affleck pero sí los actores Steve Carell, Bryan Cranston y Judy Greer. En una ocasión tan especial, la ganadora de un Globo de Oro por la serie Alias volvió a brillar al hacer gala de su impecable estilo con un look que llamó la atención no solo por lo acertado que era sino por quién lo había lucido antes. Jennifer se sumó a la lista de celebrities que han sucumbido al 'efecto Meghan' gracias a un sobrio diseño azul que la Duquesa de Sussex escogió hace apenas tres meses.
La protagonista de Elektra posó ante los medios junto a su recién estrenada estrella con un vestido azul -uno de sus colores fetiche para asistir a los grandes eventos- que permitía apreciar una vez más la envidiable figura de la que presume a sus 46 años, y más en concreto sus brazos tonificados. El comentado diseño se trata de una prenda perteneciente a la colección Resort 2018 de la casa francesa Roland Mouret, sin mangas, con cuerpo ceñido, escote asimétrico y falda midi adornada por un volante vertical que cae en forma de cascada. Jennifer ha completado el look con unos pumps a tono con pulsera en el tobillo y tacón extrafino de la firma italiana Casadei y joyas de Anita Ko entre las que destaca un brazalete múltiple y unos pequeños pendientes de diamantes que podemos apreciar gracias al sofisticado moño lateral que recoge su característica melena castaña.
La inspiración de Jennifer parece venir directamente de Inglaterra, donde Meghan Markle lució exactamente el mismo modelo el 18 de mayo de este año en su última aparición pública antes de pasar por el altar para contraer matrimonio con el Príncipe Harry, algo que no nos extraña ya que posee el largo adecuado por cuestiones de protocolo y el que es, sin duda, su escote favorito. En su caso, la ahora Duquesa de Sussex le sumó unos stilettos de ante gris pastel de Manolo Blahnik, una de sus marcas de calzado favoritas, y abogó por la sobriedad al no añadir ningún otro accesorio. Para aportar un aire más natural, Meghan dejó su pelo suelto peinado en unas discretas ondas rotas.
Como suele ocurrir con todas las prendas que conforman el vestidor de Meghan Markle, este vestido de crep de lana, denominado Barwick, también colgó el cartel de 'agotado' tanto en la web oficial de Roland Mouret como en otros canales multimarca online. Sin embargo, la firma lo ha repuesto en todas las tallas y vuelve a estar disponible por 1.350 libras (unos 1.500 euros aproximadamente).