Es innegable que Kim Kardashian es una de las celebrities más mediáticas y seguidas del momento, y lo cierto es que con cada aparición pública continúa generando miles de reacciones que le ayudan a conservar esa popularidad. La empresaria ha creado junto a sus hermanas un estilo muy marcado que ha logrado establecer un antes y un después en el mundo de la moda. Kim ha hecho de sus curvas su mejor seña de identidad, y sabe perfectamente cómo potenciarlas mediante sus looks. En su vestidor tienen especial relevancia los vestidos ceñidos, faldas de tubo, camisetas de tirantes y leggins, con los que reinterpreta las tendencias de la temporada a su manera para ir a la última sin renunciar a su esencia. Otro de sus rasgos físicos más reconocibles -además de la melena XXL a la que a veces traiciona a golpe de tijera pero que siempre recupera tarde o temprano- es su piel atezada. La socialité californiana adora conservar un impecable tono moreno durante todo el año, para lo que toma el sol siempre que le es posible, se hidrata constantemente y recurre a los autobronceadores, tal y como ha confesado en más de una ocasión. Sin embargo, Kim también potencia su bronceado a través de la moda -tal y como hace Chiara Ferragni-, y, aunque su color preferido a la hora de vestir es el negro, sus últimos estilismos nos han descubierto que es capaz de dejarlo a un lado para aplicar un truco infalible.
El pasado 9 de agosto la pequeña del clan Kardashian, Kylie Jenner, organizó una multitudinaria fiesta para celebrar su 21 cumpleaños a la que acudieron todas sus hermanas. El color de la noche por excelencia fue el rosa, que decoraba el local entero y que protagonizaba los dos conjuntos que escogió la homenajeada para celebrar su mayoría de edad mundial. Kim también quiso lucir esta tonalidad y se mimetizó por completo con el ambiente gracias a un diseño -totalmente fiel a su estilo- de tirantes, muy ceñido y con detalles cut-ot bajo el pecho de la firma de su marido, Yeezy, creado únicamente para ella al que sumó bolso semitransparente de Freak City y sandalias moradas de Christian Louboutin. La empresaria no apostó por el fucsia ni el rosa empolvado como hizo Kylie, sino que quiso que su exclusivo vestido estuviera confeccionado en una llamativa tela rosa flúor. ¿El motivo? Este tipo de colores resaltan el bronceado, por lo que resultan perfectos para Kim.
No es la primera vez que vemos que recurre a esta fórmula para conseguir visualmente una piel más morena. De hecho, tan solo unos días antes de la comentada fiesta, Kim acudió a un centro comercial junto a su hermana Kourtney y varios amigos con un estilismo lima en su versión más neón. En esa ocasión, combinó minifalda de látex de Atsuko Kudo con top de tirantes ligeramente más claro de Rick Owens, mules animal print de Yeezy, bolso en forma de teléfono con pedrería de Judith Leiber y gafas de sol de Emilio Pucci.
A finales de junio, Kim volvió a la Semana de la Moda de París por primera vez desde el atraco a punta de pistola que sufrió hace dos años, y lo hizo con un peculiar look protagonizado por una camisa perteneciente a la colección masculina de Louis Vuitton a la que sumó unas minimalistas sandalias negras de Yeezy. De nuevo, el azul eléctrico de la prenda, a pesar de no ser tan flúor como el vestido rosa o el conjunto verde, ayudó a realzar su tono de piel.
Sin embargo, aunque sea en la temporada estival cuando más opta Kim por las prendas efecto neón, tampoco las descarta durante el resto del año. Muestra de ello son los looks que incluyó en su maleta para viajar a Tokio el pasado febrero, donde los bodies fluorescentes de manga larga en tonalidades naranjas y rosas fueron los protagonistas, lo que demuestra que este tip es válido para los 365 días del año.