Tras visitar Bruselas, Melania Trump continúa en Reino Unido su segundo tour por Europa. Hace pocas horas, ha llegado al aeropuerto de Londres. Al bajar del avión, ha decidido confiar en la silueta que está definiendo su imagen en este viaje, aunque añadiendo una variación de estilo significativa: vuelve a decantarse por un vestido sin mangas y entallado en la cintura, pero recupera un corte entallado para la falda en lugar de una línea trapecio como hiciera en Bélgica. Curiosamente y de forma más que obvia, su look no ha tardado en compararse con uno de los estilismos que la duquesa de Sussex poco antes de su boda con Harry de Inglaterra. Sin embargo, no fue la primera en decantarse por esta elección, pues se trata de una apuesta que triunfó en el star system durante los años 2000.
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A su llegada a Londres, Melania Trump ha dirigido su mirada a una de sus firmas favoritas y que también figura entre las principales que seducen a Meghan Markle, Roland Mouret. Concretamente, lleva el vestido Darley en corte midi y tono nude. Se trata de una creación en poliéster, viscosa y elastano que se entalla a la figura; y que acompaña de stilettos de Christian Louboutin.
Esta silueta lady es uno de los factores que asemeja la elección de la primera dama de Estados Unidos al vestido de Black Halo que llevó Meghan Markle en la recepción Women's Empowerment en el Real Sociedad Aeronáutica de Londres el 19 de abril, un mes justo antes de su boda. Sin embargo, el detalle principal que acerca ambas elecciones es su escote con corte geométrico idéntico.
Por otro lado, Melania Trump decide acompañar su look de un fino cinturón para definir su silueta. Con este detalle, consigue hacer aún más patente la conexión entre ambas, pues el vestido original de Meghan Markle sí que incluye este accesorio. Sin embargo, además de por el color, es por el valor de ambas prendas en lo que difieren: mientras el diseño de Roland Mouret tiene un precio de 1.242 € (aprox.), el de la duquesa de Sussex puede adquirirse por 321 €.
Sin embargo, esta elección de Meghan Markle tiene historia. El vestido que llevó es conocido como el modelo Jackie O, un icono de los vestidores de las celebrities durante la década de los años 2000. De hecho, Kim Kardashian tiene el suyo. Es en color blanco y lo llevó en 2007.
También en color blanco es la pieza que eligió una jovencísima Blake Lively. Curiosamente, la actriz lo llevó el mismo año que Kim y el mismo en el que se lanzó la serie que le dio la fama, Gossip Girl.
Y a falta de dos, también hay tres y más celebrities que han encontrado en esta prenda de corte lady y original escote la opción perfecta para un look de invitada. En ellas, encontramos a la supermodelo de los 90 Tyra Banks, que se decantó por la versión en nude para acudir a una fiesta en 2009.