¡Un look con tradición! La Duquesa repite su fórmula en el bautizo del príncipe Louis

Ha vuelto a confiar en Alexander McQueen y en Jane Taylor, dos firmas inglesas por las que también apostó en los bautizos de los príncipes George y Charlotte

por María Calvo

En un año repleto de celebraciones, la familia Windsor se vuelve a dar cita este lunes 9 de julio. La capilla Real del Palacio de St. James, el mismo lugar en el que en el año 2013 recibió las aguas bautismales el príncipe George, ha sido el escenario elegido para el bautizo del tercer hijo de los duques de Cambridge. Todas las cábalas apuntaban a que la Duquesa volvería a confiar en Alexander McQuenn, el sello británico de sus citas importantes por el que también apostó para el bautizo de sus dos primero hijos. Las conjeturas no iban desencaminadas y se han confirmado gracias a un diseño en tonos marfil ideado por el equipo de creativos de Sarah Burton.

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La diseñadora británica a los mandos de Alexander McQueen ha creado algunos de los looks más célebres de su vida, como su vestido de novia o el diseño que lució el día de la boda de su hermana, Pippa Middleton. Para el bautizo del príncipe George, celebrado el 23 de octubre de 2013, optó por un vestido amarillo pálido, de cuello a caja y con un volante en el pecho a modo de detalle. Dos años más tarde, el 5 de julio de 2015, apostaba por un dress-coat en color marfil durante bautizo de Charlotte de Cambridge, vestido que repitió en la boda del príncipe Harry y Meghan Markle. Hoy, ha elegido un modelo que sigue los mismos patrones que en los dos anteriores. Vestido cóctel, manga larga y tonos neutros para una celebración en la que el príncipe Louis, de dos meses de edad, ha sido el protagonista.

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Esta vez no ha habido volantes, ni solapas. Tan sólo un escote en forma de 'v' escoltado por unas hombreras con vocación ochentera ligeramente pronunciadas, que consiguen el punto de diferenciación. Todo, para acompañado de una falda plisada con algo de volumen que nace desde la cintura y se ensancha hasta la altura de la rodilla para restar rigidez y aportar movimiento al look. Otro punto que contrasta con los dos anteriores es la elección del tocado. En este caso no es forma de casquete circular como en los dos bautizos anteriores, sino una diadema XL confeccionada en rafia, a tono con el vestido y con detalles florales. ¿Su creadora? La inglesa Jane Taylor, una vieja conocida de la duquesa de Cambridge y la sombrerera de prestigio en quien confió en los otros bautizos. Como detalles finales, unos sencillos salones de color nude y unos pequeños pendientes en forma de flor elaborados por pequeñas perlas.