Vestidos de fiesta: con qué chaqueta combinarlos si eres bajita como Emilia Clarke

Hace temporadas esta prenda quedó en el olvido, sin embargo, la actriz la recupera junto a uno de los escotes más femeninos

Por María Muñiz

Ayer por la noche, el Lincoln Center de Nueva York se convertía en el escenario perfecto para celebrar la gala Art American Songbook, en honor a la trayectoria del ejecutivo de HBO, Richard Plepler. A la cita no faltaron rostros protagonistas de las series de la plataforma como Nicole Kidman o Emilia Clarke. Esta última pisó la alfombra roja apostando por la tendencia más típica en lo que se refiere a vestidos de fiesta o gala: el total black. Tendencia sencilla donde las haya, que muchas veces corre el riesgo de resultar aburrida. Algo que la actriz resolvió en un abrir y cerrar de ojos recuperando un básico que quedó relegado al rincón más recóndito de nuestro vestidor, sustituida por bikers o americanas en versión oversize, que aportan masculinidad a trajes y vestidos: la torera.

Este básico, que llevaba años desaparecido de street style y, sobre todo, alfombras rojas y antes de las pasarelas, armonizaba la silueta de la actriz que no supera el 1,57 m de estatura. Emilia prefirió dar un toque de distinción al look colocándola simplemente sobre los hombros. Un pequeño gesto que puede resolver cualquier problema estilístico a la hora de llevar esos tops o vestidos palabra de honor o escote bardot, que, en ceremonias o eventos más especiales no siempre podemos lucir en todo su esplendor.

Bajo la prenda estrella de su elección, cobraba también protagonismo un vestido de tubo, con volante en el bajo para aportar movimiento, que se ceñía a su figura realzando sus curvas y resaltando sobre todo su cintura. Pero dentro de esta prenda, destacaba el escote corazón que hacía que la atención se centrase en el pecho, además de dejar la espalda al aire. Este escote, reinventado por Dolce & Gabbana con tirantes para llevarlo de forma más cómoda, se adapta a todo tipo de cuerpos con un resultado muy femenino.

Para no perder la línea del estilismo, la actriz australiana completó su apuesta también de forma muy sencilla, prescindiendo de bolso, clutch o grandes joyas, llevando la tendencia total black a su máxima expresión con unos pendientes de oro que destacaban por sus pequeñas piedras en color negro. A ellos, como complementos, también se unían unos stilettos clásicos, en satén, que acababan en punta, alargando sus piernas y haciéndola parecer más alta. Algo que convertía también la elección del vestido midi en todo un acierto.