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La Reina Máxima de Holanda acaba de comenzar su viaje oficial a la India, donde estará durante los próximos tres días en calidad de defensora especial de Secretariado General de las Naciones Unidas para las finanzas inclusivas del desarrollo. Su primera visita estaba programada en la capital del país, Nueva Delhi, donde se ha reunido con el coordinador de la ONU en la India. Es habitual que los looks de la argentina hablen por sí solos, haciendo guiños tanto a Holanda y como a los países que visita. En este caso, recupera un vestido de Natan, una de las firmas que mejor representa a la realeza del Benelux, y lo combina con un pañuelo de seda estampado que homenajea a los tradicionales saris con los que visten las mujeres indias.
Con una temperatura que oscila alrededor de los 40º en la capital india, la Reina de los Países Bajos no sólo no prescinde de esta prenda como acto de cortesía sino que la adapta a su estilo llevándola sobre el hombro izquierdo. Tiene textura de seda, uno de los tejidos tradicionalmente más ricos y exóticos del país y un estampado en tonos azules que simula al paisley, un dibujo que también es característico de la India. El vestido, un diseño brocado en tonos pastel, pertenece a la misma gama cromática y es la tercera vez que se lo pone desde que lo estrenó en 2015.
Tiene manga corta, un favorecedor escote en forma de 'v' y un cinturón metalizado que marca el límite de la falda, rígida con un mínimo de volumen. Al igual que hizo en las dos ocasiones anteriores, lo ha combinado con unos pendientes largos de piedras preciosas que podrían ser aguamarinas. Los salones, en color plata y destalonados, están firmados por Jimmy Choo y también los llevó en 2015, cuando estrenó este vestido. Sin embargo, en 2016 los sustituyó por un diseño bicolor con puntera para la entrega de premios Appeltjes van Oranje.
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