Charlene de Mónaco impacta en el Gran Premio de Fórmula 1 con el mono favorito de las 'influencers'
La princesa ha sorprendido con una de las prendas tendencia más vistas entre las prescriptoras de estilo
Mientras que los miembros de la familia real danesa continúan con las celebraciones por el 50 cumpleñaos del príncipe Federico de Dinamarca, en otro rincón de Europa, otra monarquía, en este caso la monegasca, ha acaparado todas las miradas en la 73º edición del Gran Premio de Fórmula 1, celebrado en Montecarlo. Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto se han dejado fotografiar en el paddock, donde la princesa ha sorprendido con un look muy diferente al que nos tiene acostumbrados. Con un mono verde militar con cremalleras y bolsillos en la parte superior e inferior, Charlene ha apostado por una de las tendencias más vistas sobre la pasarela y en los looks de las prescriptoras de estilo más seguidas del universo Instagram como Camile Charrière, Jeanne Damas o la modelo de Victoria's Secret Elsa Hosk.
La prenda, firmada por Ralph Lauren, presenta un ligero corte oversize y un aire desenfadado muy habitual en esos diseños conocidos como boiler suit, en referencia a su parecido con los uniformes de trabajo. A pesar de guardar cierta estética deportiva, la princesa monegasca ha logrado añadirle un aspecto sofisticado gracias a sus complementos. Con unas sandalias altas de tacón con hebilla al tobillo y un bolso de mano de la firma suiza Akris (a la que Charlene recurrió también el año pasado en este mismo evento, donde lució un impresionante vestido rojo), ha encontrado el equilibrio perfecto.
Las gafas de sol, con lentes espejadas, también reflejan el gusto de Charlene por las tendencias, ya que se trata de unos de los accesorios aprobados por las expertas de moda más exigentes y que han convencido de Bella Hadid a Kendall Jenner o Sara Carbonero. Por su parte, su marido el príncipe Alberto, ha optado también por un look relajado formado por un pantalón beige, una camisa y una blazer azul marino. El punto deportivo de su estilismo en este caso, lo marcó la gorra que llevaba para protegerse del sol.
Una elección muy distinta a la que Charlene suele lucir en sus actos públicos, donde por lo general combina prendas clásicas con detalles menos tradicionales (como los escotes asimétricos o los efectos metalizados que decoran muchos de sus vestidos), pero siempre manteniendo su estilo formal adaptado al dress code de cada ocasión. Después del éxito del royal nude como nueva tonalidad para las citas de palacio, en sustitución del convencional azul ¿comenzarán los vestidores de las princesas y reinas europeas a abrazar nuevas piezas de tendencia?