A punto de finalizar la 71ª edición del Festival de Cine de Cannes -y después de una alfombra roja en la que Irina Shayk y otras tops internacionales nos hayan regalado las imágenes más espectaculares de La Croisette- parecía que las modelos volverían a competir con las actrices en cuanto a derroche de glamour se refiere. Pero la gran sorpresa quizá haya sido el doble debut estelar de la valenciana Marta Lozano y Camila Coelho. Si hace unos días la brasileña se convertía en noticia por haberse estrenado en el festival con un estilismo valorado en un millón de euros, el turno en la noche del jueves -y la sorpresa para los fotógrafos allí presentes- fue la influencer española. Hay que decir que ésta no era la primera vez de Marta en Cannes. Ya en 2017 pudimos ver a la instagrammer asistir como invitada al festival, pero no ha sido hasta esta edición cuando ha comprobado lo que se siente al subir por una de las escalinatas más icónicas del mundo. La misma que este año ha servido a Kristen Stewart para reivindicarse contra el protocolo de vestimenta la organización.
Vestida de Yolan Cris y maquillada por Dior, la firma que realmente ha ejercido de madrina en la carrera de Marta hacia la popularidad (la convirtió en su embajadora de maquillaje a finales de 2016), no ha defraudado. Eso sí, las comparaciones con el look que escogió Camila para la noche de su debut, han sido inevitables.
Así, la también youtuber española eligió un mini vestido negro, cubierto de tul y plumetti, con escote en uve, que se decoraba con flores bordadas en la parte del tirante y el busto. Detalle que lo convertía en una apuesta realmente favorecedora para la figura de Marta ya que, como demostraba también Irina Shayk, era el escote perfecto para realzar y estilizar el pecho pequeño. Esta primera parte del vestido se unía dejando la espalda al aire a una voluminosa cola con volantes, también de tul transparente, que dejaba ver una parte de tela blanca de lunares y decorada en algunos casos con puntillas, trasladando a la alfombra roja el espíritu flamenco tan típico de nuestro país. Con todo ello, se conseguía un diseño dramáticamente asimétrico que dejaba las piernas al aire estilizándolas, aportando sensualidad, y haciendo la silueta de Marta mucho más imponente.
Para completar el look, Marta apostó por unos salones joya, clásicos y de tacón, que aportaban aún más sofisticación al vestido. Y como colofón las joyas. La instagrammer eligió el collar Madeleine, de Messika, realizado en oro blanco y diamantes. Dicha pieza se caracteriza por un corte sesgado que creaba una asimetría compuesta por 306 de estas piedras preciosas de talla marquesa, terminando con un último diamante de talla pera. Este último extraíble, como lo lució Marta, para llevar el collar como una maxi gargantilla que ilumine el estilismo. Lozano añadió a su collar unos pendientes también de oro blanco y diamantes de la firma, a los que daba protagonismo recogiendo su pelo en un moño bajo.
Pero si algo hay que destacar también del estilismo de la de Valencia, eso es el look de belleza, obra de Dior y clave para no restar importancia al vestido. Por eso, a ese recogido bajo, sólo se sumaba un maquillaje muy natural, de labios suaves en rosa y ojo rasgado con eyeliner. En definitiva, una apuesta muy propia de Marta para el día a día que se eleva en la alfombra roja. Junior Cedeno, maquillador internacional de Dior, también se encargó de perfilar el segundo look de la noche de Marta. Ese ojo delineado en negro, algo difuminado, se unía ahora a unos labios brillantes en tono burdeos, que, a falta de joyas, se convertían en el perfecto accesorio para un vestido largo y cargado de brillo de Dior.
Pero volviendo a su primer look de alfombra roja para el Festival de Cannes, no hemos podido dejar de relacionar este estilismo con otro visto días anteriores de Camila Coelho. Hace ya más de una semana, la bloguera brasileña era la que pisaba por primera vez la alfombra roja de la Costa Azul, y lo hacía con el que ya puede considerarse el uniforme del debut del festival. Un mini vestido negro de terciopelo, con escote palabra de honor, firmado por Ralph & Russo y diseñado especialmente para la ocasión. 500 horas de trabajo fueron necesarias para confeccionar esta pieza, que se completaba también con una voluminosa y larguísima falda de volantes, para dar movimiento y presencia al vestido en sí mismo.
Como Marta, Camila complementaba a su vestido unos salones negros, en su caso con apliques que decoraban el tacón y parte del cuerpo del zapato. Pero la guinda del pastel la pusieron también las joyas. Coelho, igual que la influencer española, eligió la firma Messika, con el collar Nudo de Amor, realizado en diamantes de 79 quilates, que combinó con pendientes y anillo a juego.