Si hay un color que no deja indiferente a nadie y toma presencia por sí solo ese es el rojo. Tendencia esta primavera y tono atrevido donde los haya, pocos tienen tanta personalidad y capacidad para dejar un look grabado en la memoria. Aun así, cada vez más celebrities y miembros de la realeza no sólo lo incluyen como uno de sus colores fetiche a la hora de hacer sus apuestas estilísticas, sino que repiten éstas una y otra vez. Una de ellas, no es otra que Máxima de Holanda. Ya ha dejado claro que este es uno de sus colores predilectos, pero ayer, durante el concierto benéfico contra el sida Red Ribbon, celebrado en Amsterdam, la Reina conseguía, además, trasladarnos con él concretamente a 2015. Para la cita, la monarca argentina, que no pudo elegir un color con mayor sentido para la ocasión, dejaba a un lado vestidos, faldas midi y trajes de chaqueta para desbancar todas las tendencias clásicas en lo que a look de invitada se refiere, recuperando de su vestidor su mono largo de Valentino. Éste, uno de sus diseñadores de cabecera, encargándole, incluso, su vestido de boda.
Dicho diseño ya pudimos verlo en aquella inauguración de la temporada musical de la Royal Concertgebouw Orchestra hace tres años, de donde Máxima es madrina desde 1988. El protagonista de este duelo de estilo entre la Máxima del pasado y la del presente, se caracteriza por ser una pieza única y larga hasta los pies, acabada en un pantalón estilo palazzo. Además, se trataba de un mono asimétrico, con una única manga ancha, que dejaba al descubierto el brazo izquierdo, aportando frescura al look. Pero sin duda, el detalle principal se encontraba en una pieza de tela, parte del mono, que Máxima decidía llevar atada al cuello en forma de pañuelo, como marca la tendencia de la temporada.
Sin duda, como ha quedado demostrado, una apuesta versátil y totalmente atemporal. Una prenda de fondo de armario que, a pesar de los años, es sencillo reciclar. De hecho, el de la soberana holandesa es capaz incluso de adaptarse a la más rabiosa actualidad, ya que esta temporada es la de los estilismos monocolor. Tendencia que, además, Máxima calca con los mismos accesorios que aquella vez: una cartera de mano tipo sobre, de satén y unos peep toes adornados con lazo.
Definitivamente, si por algo ha llamado la atención este estilismo es por ser una auténtica réplica de su decisión estilística de hace tres años. Incluso, en los detalles más pequeños. Para las joyas, Máxima volvía a elegir los mismos pendientes largos, en forma de rosetas, compuestos por diamantes y rubíes. Aunque esta vez, incluía también un brazalete de piedras de colores. Asimismo, repitió look de belleza, dejando su larga melena rubia suelta y eligiendo un maquillaje muy natural para no sobrecargar su estilismo.
Pero la Reina de Holanda no ha sido la única que tiene en su vestidor el mono con sello italiano. También, en julio de 2015, era la princesa Charlene de Mónaco la que, en el baile de la Cruz Roja, escogía este diseño de Valentino, pero luciendo esa tela que hacía de pañuelo para Máxima, como un lazo que decoraba el hombro. En definitiva, dos momentos separados en el tiempo y un mismo diseño que, curiosamente, ha inspirado a ambas en eventos donde el rojo ha sido determinante.