Si hay algo que caracteriza al clan Kardashian es su seguridad a la hora de vestir con looks que potencian su figura, sobre todo, gracias a cortes hiper-ceñidos y transparencias. La última elección de Kendall Jenner, la supermodelo de esta familia, no podía ser menos. De hecho, con un sencillo truco consigue que su vestido se adapte a estos códigos de sensualidad infinita. Marca así la diferencia con la presentación más discreta de este diseño de Elie Saab sobre la pasarela.
El vestido pertenece a la colección primavera-verano 2018 del diseñador libanés, que se desveló en septiembre de 2017 en París. Se trata de una creación de seda y poliamida en color blanco coco, y que se realza con incrustaciones de cristal, además de presentar paneles con formas geométricas y detalles transparentes.
Sobre la pasarela, lo llevó la modelo Estelle Chen. Sin embargo, ella lo presentó con un ancho cinturón de estética militar que rompía con la sensualidad del diseño e incorpora un fular en su cuello. Este accesorio disimulaba las transparencias al caer por el pecho.
Kendall Jenner prescinde del cinturón para que la prenda no pierda su estilo atrevido y se desprende de la cinta al cuello. Sin embargo, no la guarda en su vestidor, sino que la adapta al diseño a modo de cinturón. De este modo, permite controlar la línea wrap del vestido para que no se abra, aunque no se priva de potenciar al límite esta abertura lateral y así conseguir estilizar sus piernas y caderas. Por otro lado, otros complementos que culminan su look son unas sandalias transparentes y un mini-bolso de Jacquemus.
Con esta seductora elección, Kendall se convirtió en la protagonista de una presentación neoyorquina organizada por la firma de joyería Tiffany & Co., de la que es imagen. Allí, coincidió con otras supermodelos, como Naomi Campbell y Doutzen Kroes, y con estrellas de Hollywood, como Elle Fanning y Michelle Williams.