La cita, el concierto anual con motivo del Día del Rey en De Oosterpoort (Groningen, Holanda). Un evento en el que la reina Máxima buscó en su vestidor de temporadas pasadas para recuperar el que podría ser su diseño favorito para sus encuentros con la música. Se trata de llamativo vestido que por su innovador acabado patchwork (inspirado en diseños clásicos de corbatas masculinas) rompe con los estampados tradicionales de las royals. Una creación de Mary Katrantzou, firma que no falta en los vestidores de supermodelos como Rosie Huntington-Whiteley, Cara Delevingne o Karlie Kloss. Ya se lo vimos en diciembre de 2016 durante la grabación de un programa televisivo relacionado con la industria musical y acompañada por la organización More music in the classrooom.
El diseño, modelo Duritz, pertenece a la colección Resort 2017 de esta diseñadora griega y, en su día, generó cierto revuelo su precio no austero: 1.500 €. Actualmente, puede adquirirse en plataformas online por 838 €. Está confeccionado en crepé de China y tiene un escote con cuello camisa pussy-bow. No obstante, este su vistoso estampado rayado y multicolor el que atrapa toda la atención y lo hace tan transgresor.
Es su atrevido acabado el que cuadra a la perfección con la personalidad innovadora de la Reina holandesa. Que lejos de relajar su elección con complementos discretos, apuesta por el más es más para sorprender. Como calzado, unos salones verdes con detalles de PVC que creaban una forma muy original del diseño; y, como pendientes, unas caracolas. Además, incorpora un fino cinturón con tachuelas, guiña a una estética roquera que seduce esta temporada a otras royals, como a doña Letizia. Por último, no olvida un clutch, accesorio que es el más comedido de todos por la sencillez y clasicismo de su acabado. Está confeccionado en ante verde y figura como un básico de su vestidor al que ha recurrido en diferentes ocasiones.