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El pasado 24 de marzo tuvo lugar una de las noches más especiales de Mónaco, el Baile de la Rosa. Una celebración anual en la que la Salle des Etoiles del Sporting Club de Montecarlo sirvió como escenario para que algunos de los miembros de la Alta Sociedad se vistieran de gala y conmemoraran la llegada de la primavera. Mantattan Ball es la temática elegida por este año que como ya viene siendo tradición, corrió a cargo del diseñador Karl Lagerfeld, quien estuvo presente en el evento. Entre los invitados, acudieron Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, que lo hicieron juntos haciendo así oficial su compromiso. En cuestión de estilo, la hija de Carolina de Mónaco se coronó como una de las más arriesgadas de la noche con un look que no pasó desapercibido a pesar de ser la clásica combinación blanco y negro.
Haciendo gala de la habitual elegancia que le caracteriza, apostó por un vestido negro que a priori podría ser muy sencillo de no contar con el adorno del escote: un espectacular detalle de plumas blancas que crea el efecto de asimetría en esta zona. Una elección que supone la confirmación de la debilidad de Carlota por los diseños de Anthony Vaccarello, pues solo la parte de arriba pudimos verla en el desfile de la firma de la que está al frente, Saint Laurent, para primavera-verano 2018, show al que la propia Carlota acudió. La maison parece haberse convertido en la marca fetiche de la hija de Carolina de Mónaco. Sin ir más lejos, también en los Premios César vistió de la marca con un minivestido perteneciente a su colección Fall 2018.
Además, llamó la atención el hecho de que luciera un maxipendiente plateado en un lado, pero prescindiendo de éste en el otro. No puede ser casual ni tratarse de un descuido teniendo en cuenta que sus apariciones son cuidadas al máximo. De hecho, este parece ser uno de sus gestos de moda pues en la celebración de 2017 también lució una única pieza siguiendo estos mismos códigos.
Un estilismo en el que los detalles juegan un papel muy importante. Completó su vestido con un sencillo bolsito negro y manicura en rojo. Además, todo apunta a que el anillo con un diamante que lució en su mano izquierda se trata de su anillo de compromiso. El look de belleza, un sencillo eyeliner y labial nude de acabado glossy con un elaborado recogido trenzado. Una celebración a la que también acudieron Beatrice Borromeo, Pierre Casiraghi, Carolina de Mónaco, o Alejandra de Hannover con su pareja Ben-Sylvester Strautmann y que recauda fondos para la Fundación Princesa Grace desde 1964, cuando comenzó esta tradición.
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