Todas las miradas han recaído hoy en la prometida del príncipe Harry de Inglaterra. Meghan Markle ha asistido al primer acto oficial en público de 2018 que le hace coincidir con la reina Isabel II. Un acto celebrado en la Abadía de Westminster en el que también se encontraban otros miembros de la familia real británica, como la Duquesa de Cambridge y el príncipe Guillermo, con motivo de la celebración del Día de la Commonwealth. Por segunda vez en menos de una semana, la futura duquesa de Sussex ha confiado en Manolo Blahnik a la hora de elegir sus zapatos, confirmando su idilio con el sello made in Spain.
Se trata del modelo BB Pump, unos de los diseños más icónicos del diseñador canario. Es un zapato de salón que lleva las siglas de Brigitte Bardot, en quien se inspiró para convertir este tipo de horma en todo un clásico de sus colecciones. Si el pasado jueves los llevó en color negro para su visita a Birmingham, en esta ocasión ha elegido el azul marino acorde con un vestido de escote en 'v'. Gracias a su altura de 10,5 centímetros consigue contrarrestar la largura midi de este diseño para estilizar sus piernas. Tienen un precio de 560 € y están disponibles en la tienda online de la firma. Según el zapatero español 'es un buen calzado para cualquier ocasión'.
En un evento en el que el protocolo exige a las mujeres llevar tocado, Meghan Markle ha apostado por un discreto diseño en color crema con allure francés de Stephen Jones. Se trata de una boina ladeada de consistencia rígida que combina con un abrigo a tono de Amanda Wakeley, una firma británica que la futura esposa del príncipe Harry incorpora como novedad a su vestidor. Es un diseño que tiene un precio de 1.012 € y consigue estilizar la figura gracias a una cintura en contraste que culmina en un cierre. Además, llaman la atención unas pequeñas solapas que se disponen a modo de cuello mao.
El colofón lo pone un bolso de Mulberry, una conocida firma inglesa. Se trata del modelo Small Darley, tiene un precio de 625 € y está disponible en su tienda online. Su color navy, acorde con los zapatos, coincide con el total look que ha elegido la duquesa de Cambridge. El azul marino se ha convertido en una constante en sus últimos estilismos premamá y ha conseguido con un vestido cóctel y un abrigo con vuelo sus mejores aliados en su avanzada etapa de gestación.