Casi cuatro décadas han pasado desde que la diseñadora venezolana más reconocida presentará su primera colección de moda. Era 1981 y la firma homónima de Carolina Herrera despegaba, desde Nueva York, para convertirse en una de las casas imprescindibles en los armarios las mujeres con más estilo. En España, este papel ha sido más relevante que en ningún otro lugar, gracias a una embajadora de lujo: la reina Letizia, fiel a Carolina Herrera (y a su inconfundible rojo) en multitud de citas reales.
Hoy, tras 37 años al mando de la dirección creativa de esta casa que ha unido el glamour neoyorquino con la sensualidad latina, Carolina Herrera anunciaba que deja este puesto como cabeza del equipo de diseño. El desfile del próximo lunes en New York Fashion Week será su última presentación en la dirección creativa, puesto que, a partir de entonces, cederá a Wes Gordon, con quien ha trabajado durante los últimos meses.
"No digas que me retiro", pedía la diseñadora en la entrevista a través de la que ha dado la noticia, publicada en The New York Times. Porque este no es un adiós. Ni siquiera un hasta luego: a partir de la próxima semana, Carolina Herrera será la embajadora global de la casa, un nuevo cargo que le llevará a viajar por todo el mundo como máxima representante -¿quién podría serlo mejor que ella?- y que, según ha afirmado, "es un paso adelante".