Ante las inevitables comparativas de estilo entre Meghan Markle y la Duquesa de Cambridge (e incluso de ésta con Diana de Gales), ha surgido una inesperada coincidencia que pone en relieve el poder de la moda británica. El Goldsmiths Hall londinense acoge los Endeavour Awards, la primera entrega de premios a la que asiste el príncipe Harry con su prometida. La ex-actriz se desmarca del clásico look de invitada con un tuxedo de corte masculino, mientras que Catherine Middleton, con el Mar del Norte de por medio, elige un vaporoso vestido de corte premamá para asistir a la cena de gala que se celebra en su honor con motivo de su llegada a Noruega. Esto supone una perfecta contraposición de estilos que no tendría sentido si no fuera porque los dos son obra de la misma firma: Alexander McQueen.
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Una pieza icónica
Desde las redes sociales se especulaba que podría ir de largo o que incluso tomaría prestado algún vestido del armario de su futura cuñada. Sin embargo, Meghan Markle 'da un golpe sobre la mesa' y expresa su personalidad a través de una de las piezas más icónicas que el maestro Saint Laurent cedió al armario femenino: el traje de chaqueta. Con permiso del modisto francés, su pieza más versionada lleva en esta ocasión el sello británico de McQueen y utiliza la combinación más inspiradora de la historia de la moda: el blanco y negro.
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Se trata de un blazer clásico, entallado, ajustado en los hombros y con el forro de seda, que combina con un pantalón sastre a juego por encima del tobillo. Además, lleva una blusa de seda con lazada al cuello, de Tuxe; y salones de piel negra con estilizado tacón de aguja, de Manolo Blahnik. Completa su look con un anillo de oro y diamantes y recupera de su joyero unos minimalistas pendientes de oro, todo de la firma canadiense Birks; y clutch de Prada.
Lección de estilo premamá
Para la Duquesa de Cambridge, el sello Alexander McQueen es un viejo conocido que ha llevado en ocasiones tan importantes como en la boda de su hermana Pippa Middleton. Esta vez, y jugando con los volúmenes y la regla de las proporciones, luce un vestido de cintura entallada y falda vaporosa que completa con una capa bordada en pedrería al más puro estilo años 50. Como complementos, unos pendientes de brillantes y un clutch de Jimmy Choo.