“No teníamos ni idea de que Meghan Markle tenía uno de nuestros bolsos. Nos dimos cuenta de que algo pasaba porque hubo una subida muy exagerada en las visitas a nuestra web. Entonces vimos que lo llevaba ella. Fue una locura", nos cuenta en exclusiva Mireia Llusia-Lindh, la diseñadora española que está detrás del último accesorio que la prometida del príncipe Harry ha convertido en superventas. "Nosotros solo hemos vendemos a través de la web y, revisando los pedidos recientes de ese modelo, vimos que efectivamente lo había comprado alguien para Meghan, un miembro de su equipo del Palacio de Kensington".
En menos de 24 horas, el modelo Mini Venice de la firma DeMellier con el que Meghan Markle rompía su look monocromático negro para visitar el Castillo de Cardiff se ha agotado en 9 de los 11 colores en los que está disponible. "Hemos tenido que habilitar la reserva para recibirlos en marzo porque, aunque hemos puesto a nuestros talleres a trabajar a tope, no podemos fabricarlos antes", continúa la fundadora de DeMellier desde Londres, ciudad donde vive desde hace 17 años. Allí fue donde hace siete, y casi por (buena) suerte del destino, Mireia dejó su carrera en el mundo de los negocios y fundó su marca de bolsos, en un principio llamada Milli Millu.
“Yo trabajaba como consultora de estratégica para las empresas y me gustaba mucho mi trabajo. Pero llegó un momento en el que sentí que necesitaba algo diferente y quise crear mi propia empresa. Hice un máster, en el que planteé el plan de negocio de una firma de bolsos, una idea que tenía desde hace tiempo. Y cuando me quedé embarazada de mi primera hija –ahora tengo tres-, fue cuando al fin decidí crearla", nos explica esta barcelonesa sobre cómo se lanzó, sin ningún conocimiento previo de moda aunque con mucha ganas de probar suerte en un negocio creativo, a esta industria.
Desde el inicio, Mireia tuvo claro que, a pesar de distribuir su marca desde Londres (donde venden en un showroom, único punto de venta físico de DeMellier), los materiales y los artesanos serían españoles, porque "junto a los italianos, son los mejores del mundo". En Inglaterra y junto a su equipo, Mireia, como directora creativa, fue dando forma a unos bolsos urbanos y sencillos, con detalles y acabados muy cuidados. Tanto estilo como la campaña solidaria permanente de la firma (una parte de cada venta se destina a vacunas y tratamientos médicos infantiles) se mantuvieron desde Milli Millu hasta DeMellier, a pesar del cambio de nombre. "En 2016 ganamos el premio ganamos el premio Brand of tomorrow de la asociación británica de lujo Walpole, un reconocimiento a las marcas pequeñas que consideran que un día serán grandes. Al ganarlo, empezamos a crecer internacionalmente e hicimos varios cambios en la marca, entre ellos el nombre porque resultaba complicado de pronunciar y no transmitía realmente la artesanía y la calidad de nuestros bolsos fabricados en Ubrique", explica.
Desde entonces, DeMellier es la rúbica que decora estos bolsos que, antes que Meghan Markle, han llevado tanto influyentes de las redes sociales como celebrities de todos los estilos como Beyoncé, Amber Heard, Isla Fisher, Lily Collins, Pippa Middleton o las princesas Beatriz y Eugenia. ¿Cómo se consigue una clientela tan diversa y, sobre todo, tan famosa? "Es una cuestión de suerte. A veces enviamos los bolsos a las famosas cuando van a tener un evento, pero llevarlo es su decisión y solo depende de la suerte", opina Mireia. "Y otras veces, simplemente, son ellas las que lo compran, como ha ocurrido con Meghan Markle". ¿Qué se siente, como diseñadora, cuando esto sucede? "Es un honor, por supuesto, pero para mí es igual de importante si lo lleva una celebrity que una doctora o una ama de casa. Todas son mujeres con personalidad, que les gusta tener algo diferente y que se identifican con nuestra marca, y yo siento el mismo orgullo". Un orgullo que, tras el efecto Meghan Markle y todas las mujeres que a partir de ahora llevarán sus bolsos, va a poder sentir todavía más.