Dejaban atrás un año importante, por eso, la última aparición de 2017 de los miembros de la familia Trump debía de estar a la altura del acontecimiento social que iba a tener lugar en su residencia de Mar-a-Lago. Tras convertirse en enero en los nuevos inquilinos de la Casa Blanca, el presidente de los Estados Unidos y su esposa Melania Trump quisieron lucir sus mejores galas en la fiesta de Nochevieja que celebraban en Palm Beach. Mientras su marido e hijo optaron por el siempre acertado esmoquin, la Primera dama decidió apostar por Erdem el creador fetiche de Meghan Markle. ¿Estará la esposa de Donald Trump intentado acercar posiciones (estilísticas) con Inglaterra?
Con motivo de la fiesta de Nochevieja en su residencia de Mar-a-Lago, Melania Trump desfiló ante los fotógrafos con un elegante vestido de lentejuelas y flores bordadas de Erdem, una elección con la que la Primera dama demuestra su admiración por el vestidor de la Familia real británica. ¿El motivo? El creador de origen canadiense es uno de los nombres de cabecera tanto de Meghan Markle como de su futura cuñada, la Duquesa de Cambridge.
Mientras Donald Trump y su hijo Barron lucieron un elegante esmoquin, la Primera Dama apostó por un diseño de Erdem valorado en 4.000 dólares; un broche de oro con el que deslumbró a los invitados que acudieron a su fiesta de Nochevieja; y entre los que se encontraban Ivanka Trump y su familia.