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Tras anunciarse su compromiso con el príncipe Harry y conocerse que celebraría la Navidad con la familia real británica, Meghan Markle protagonizaba el pasado 25 de diciembre una de las imágenes más esperadas: su primera aparición pública junto a los Windsor. La cita, la Misa de Navidad que se celebra todos los años en Sandrigham y a la que siempre asiste la reina Isabel II. Para la ocasión, la futura royal vistió un conjunto en tonos cámel que combinó por primera vez con un tocado de Philip Treacy, firma cuya exclusiva en España lleva desde Sevilla Reyes Hellín, y que ha consagrado en la alfombra roja actrices como Sarah Jessica Parker o modelos internacionales de la talla de Naomi Campbell.
Esta es la primera vez que Meghan Markle luce una pieza del diseñador irlandés, que ya le ha tomado las medidas como a todas las princesas de la familia real británica. En concreto, se trata de una boina alta con un bucle realizado en fieltro de conejo natural de color chocolate. La ex actriz de Suits conjuntó este exclusivo complemento con un abrigo color beige de la marca canadiense Sentaler, unas botas de ante marrón de Stuart Weizman, el bolso Pixie de Chloé y unos guantes de piel del mismo tono.
Resulta difícil pensar en el estilo de la reina Isabel II sin recordar los sombreros de Philip Treacy. Durante años, ambos han mantenido una firme alianza que ha posibilitado que la monarca sea dueña de una imagen única. De esta forma, y tras haber roto la norma de protocolo que impedía que un miembro ajeno a la familia real participara en actos oficiales, Meghan Markle consigue acercarse aún más a la familia Windsor, también a través de la moda, compartiendo con la Duquesa de Cambridge, la Duquesa de Cornualles y la propia Reina una de las claves más representativas del estilo de la monarca.
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