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Papá Noel no podía haber tenido mejor ayuda este año. De rojo y sentada en un ‘trono’ dorado, Melania Trump recibió, la noche del 24 de diciembre, las llamadas de varios niños de todo el país, ansiosos por saber si sus regalos llegarían a tiempo; una estampa navideña con la que la Primera dama demostró, una vez más, su predilección por el color rojo. Suela de zapatos, incluida.
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Con motivo de la celebración de Nochebuena, Donald y Melania Trump quisieron responder a las llamadas del Comando de Defensa Aeroespacial de los Estados Unidos (Norad), una organización que se encarga de mantener informados a los niños sobre el viaje de Papá Noel, durante la noche del 24 de diciembre. Junto a su esposo, el presidente de los Estados Unidos, Melania Trump apareció, en un elegante salón de su residencia en el club Mar-a-Lago (Palm Beach), al más puro estilo Mamá Noel. Para la ocasión, la Primera dama eligió un abrigo rojo de Hervé Pierre, su hombre de confianza, y unos salones, de Christian Louboutin, con un colorido estampado floral; una elección con la que la esposa de Donald Trump volvió a confiar en su estilista y en su firma de zapatos favorita.
Nueve fueron los niños que pudieron hablar con la Primera dama. Durante su conversación, ésta les preguntó por sus cartas a Papá Noel y les aseguró que en Navidad, tendrían todo lo que habían pedido. De igual modo, Donal Trump también charló con varios niños. "Voy a hacer una predicción: Papá Noel te tratará bien. Realmente bien. Lo mejor que te haya tratado jamás", le dijo a un niño de Misisipi, invitándole a ir próximamente a la Oficina Ova.
Zapatos, a la altura de la Primera Dama
No es la primera vez que la esposa de Donald Trump lleva este modelo de Christian Louboutin. Con motivo de la visita del Presidente chino a los Estados Unidos, a principios de año, Melania Trump los combinó con un elegante vestido rojo, de Valentino.
Pese a lucir otras marcas, en las ocasiones importantes, Melania Trump siempre confía en Christian Louboutin. Tanto es así que, el día de las elecciones a la presidencia, apostó por ellos por partida doble: durante la jornada electoral, con un vestido blanco y abrigo camel, y por la noche, cuando subió junto al resto de la familia Trump a celebrar la victoria de su marido, con un mono de Ralph Lauren.