El diseño original, tal y como se presentó en pasarela hace siete años, abusaba mucho más de las transparencias, dejando intuir de forma sensual las piernas y parte del abdomen. Además, se añadían detalles de predrería en color turquesa, recargando aún más un vestido perfecto para este evento monegasco, donde el exceso es una máxima. Sin embargo, y al igual que en la propuesta inicial de Lagerfeld, la princesa Carolina lo combina con unos grandes pendientes que corroboran el 'más es más' de su estilismo.
Misma fórmula, distintos detalles
Como decíamos, este look está recuperado del año 2010, cuando la princesa Carolina lo estrenó durante el Ballo del Giglio celebrado en Florencia. En aquella ocasión, también lo combinó con grandes pendientes, circulares y plateados, y calzado negro con medias.
Sin embargo, ha vuelto a utilizar la misma fórmula que en la pasada edición de la gala 'El arte del juego y el juego del arte'. Una cena en la que prevalecen los detalles surrealistas, tanto en la puesta en escena como en los estilismos de los selectos invitados. La princesa Carolina, ha vuelto a llevar un clutch en forma de libro como ya hizo en el mes de mayo, con un original diseño de su gran amigo Lagerfeld.