El tercer protagonista del posado del príncipe Harry y Meghan Markle el día que se anunció su compromiso fue, sin duda, el anillo que lo hacía oficial. Con esta aparición de la pareja, felices ante las cámaras, se desvelaba uno de los secretos mejor guardados: la joya que ya adornaba el dedo anular de la actriz había sido un diseño de su futuro marido y estaba elaborado con diamantes que pertenecieron a la princesa Diana.
Sin embargo, aunque algunas de las prendas elegidas por Meghan Markle para componer el estilismo de este día tan importante se han agotado, parece que este complemento tan especial no podrá correr la misma suerte. A pesar de haber recibido numerosas peticiones, Stephen Connelly, director de Cleave and Company, la joyería de Reino Unido que ha diseñado el anillo junto al príncipe Harry, ha anunciado a Associated Press que no se realizarán réplicas de esta joya. En sus propias palabras: 'Si quiere un anillo, le diseñaremos uno diferente'.
De esta forma, parece bastante improbable que este anillo vaya a ser recreado por quienes mejor lo conocen. Y no nos referimos solo a la negativa de esta marca de joyas, sino a que se trata de una pieza realizada en oro amarillo que incluye un gran diamante central de Botswana, lugar en el que la pareja pasó sus últimas vacaciones juntos; y otros dos de menor tamaño procedentes del joyero de la princesa Diana.
Sin duda, estas son las verdaderas razones que convierten a esta joya en irrepetible, aunque parece que será inevitable que otras marcas se inspiren en esta pieza, tal y como ha sucedido con el paso del tiempo con el anillo de compromiso de la Duquesa de Cambridge.