Desde que se anunciara que iba a ser madre por tercera vez y tras un periodo de descanso, la duquesa de Cambridge se ha reincorporado a sus compromisos profesionales siendo fiel al estilo premamá de sus dos embarazos anteriores. Si durante el día sigue una línea de coat dresses y tonos pastel, para la noche apuesta por el encaje y el color negro, su mejor fórmula para estilizar la silueta y disimular su incipiente barriguita de cuatro meses. Esta vez, ha sido durante la cena de gala Anna Freud National Centre for Children and Families, repitiendo un vestido de Diane Von Furstenberg que ya llevó durante el embarazo de la princesa Charlotte.
Se trata del modelo Zarita, un vestido largo de encaje negro con manga tres cuartos semitransparentes. Es un diseño que se ciñe a la cintura, con escote festoneado y espalda en forma de 'v'. El vestido está confeccionado en una mezcla de rayón y nylon, una textura elástica que se ciñe al cuerpo y favorece el movimiento, algo que resulta perfecto durante los meses de gestación. El diseño tenía un precio de 898 dólares (unos 784 euros aproximadamente, según la web de Shopbop.com), pero actualmente no está disponible, ya que se trata de un diseño de temporadas pasadas.
El mismo vestido de gala durante su etapa premamá Como decíamos, no es la primera vez que la esposa del príncipe Guillermo recurre a este diseño. En un claro paralelismo, lo estrenó hace casi tres años, el 13 de noviembre de 2014, durante la Royal Variety Performance, cuando estaba aproximadamente en el tercer mes de embarazo de la princesa Charlotte. Si bien en aquella ocasión lo combinó con una cartera de mano bordada de pailletes, esta vez ha llevado un clutch negro de Prada con detalle joya en el cierre, un accesorio que parece posicionarse como favorito de las royals ya que también lo tiene la princesa Mary de Dinamarca en color azul.
También hay una ligera diferencia en cuanto a sus joyas. Ahora ha elegido unos pendientes de diamantes que ya ha lucido en varias ocasiones y el brazalete Diamante Quatrefoil, diseñado en cuatro lóbulos de diamantes y perteneciente al joyero de la Casa Real inglesa. Sin embargo, hace casi tres años llevó unos pendientes esféricos de brillantes y prescindió no sólo del broche rojo en forma de flor, utilizado para rememorar a los caídos en la guerra, sino de cualquier tipo de pulsera. Además, a diferencia de la última vez, lleva su melena suelta y ligeramente ondulada, cuando hace tres años eligió un recogido en moño bajo.
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