La primera vez que Meghan Markle coincidió en un acto público con el príncipe Harry hace solo unos días nos sorprendió con un estilismo ajeno a todo protocolo real: un vestido midi de color granate acompañado por una cazadora de cuero. Una prenda, esta última, imbatible y en la que merece la pena invertir porque es eterna. A raíz de este momento, las apariciones públicas de la pareja han aumentado y el estilo de Meghan ha seguido apuntando en la misma dirección: la actriz construye todos sus looks a partir de prendas atemporales con las que consigue vestir correctamente siendo fiel a su estilo.
Lo demostró con el estilismo, apto para las 24 horas, de camisa blanca y vaqueros con el que asistió a una de las competiciones que formaban parte de los Invictus Games, y también con su versión renovada de la clásica gabardina. En definitiva, siempre cómoda y con estilo.
En este sentido, hay otro básico que Meghan Markle ha utilizado frecuentemente desde antes de ser conocida como la novia del príncipe Harry. Se trata de estos slippers negros de la marca Birdies. Fundada en California por dos amigas, Bianca y Marisa, esta firma se ha dedicado a producir el calzado que sus creadoras buscaban y no encontraban: un zapato cómodo y realizado con materiales de calidad que les permitiera enfrentarse al día a día y sentirse tan agusto como con el calzado que llevaban en casa. Así surgió su idea de producir estos zapatos tan prácticos y estilosos.
El modelo que calza Meghan es un básico de color negro que se tiene por nombre una canción de The Beatles, The Blackbird (mirlo en inglés). Se trata, quizá, del modelo más versátil del catálogo de Birdies y cuesta 119 euros.
Negro, cubierto de pelo y con suela interior acolchada: el calzado plano favorito de Meghan Markle combina sobre todo con prendas vaqueras. La actriz hace tiempo que no se separa de ellos y parecen otra opción perfecta para utilizar en esta época de entretiempo.