Con tan sólo 17 años, Brooklyn Beckham ha cumplido el sueño de muchos adolescentes, convertir lo que a priori era un hobby en toda una oportunidad profesional. Lo que comenzó siendo una afición se está transformando en una carrera sólida que vincula al hijo de David y Victoria Beckham con el ámbito de la fotografía, siempre y cuando le queden ganas de seguir intentándolo tras las críticas descarnadas 2.0 que se han generado alrededor de What I See, un libro de instantáneas que recoge las fotografías del joven. El revuelo ha sido tal, que la editorial Penguin Random House no ha dudado salir en defensa del trabajo de su nuevo fichaje estrella, asegurando a The Independent que “What I See es un libro para adolescentes, realizado por otro adolescente, que aporta a los fans de Brooklyn una visión más íntima de su mundo a través de su única y creativa perspectiva”, a lo que Francesa Dow, directora jefe de la casa de publicaciones, añadía: “Las vidas de los adolescentes están llenas de imágenes y sabemos que las fotos de Brooklyn tienen gran calado entre su enorme número de jóvenes seguidores, quienes siguen ávidamente su vida a través de su fotografía. Estamos orgullosos de reunir estas imágenes en un libro por primera vez para esta joven generación”.
Con este doble selfie, Brooklyn Beckham anunciaba el despegue de su ópera prima, un compendio de 304 fotografías que acaba de aterrizar en las librerías de Inglaterra. Sin embargo, mientras su legión incondicional de seguidores defienden su juventud y el tiempo que tiene por delante para convertirse en un gran artista tras el objetivo —que no su actual trabajo—, sus detractores han encontrado en Twitter e Instagram el mejor medio para cargar tintas contra las páginas de What I See. De hecho, aunque cada una de las instantáneas del controvertido libro se han convertido en el objetivo de mofas y críticas, dos de las fotografías han generado el mayor número de carcajadas virtuales, ya no sólo por la propia imagen, sino por el comentario que las acompaña. Por una parte, una instantánea donde aparece un elefante a trasluz en Kenia junto a la descripción “Elefantes en Kenia. Tan difíciles de fotografiar y tan increíbles de ver”. Por otra, la imagen desenfocada de una extensa mesa a cuyo lado se puede leer “Cena. Me gusta esta foto, está desenfocada, pero hay mucha gente pasándoselo bien”.
El joven influencer está viviendo en sus carnes la cara más amable y la más cruel de las propias redes sociales, las mismas que consiguen que su trabajo sea viral y a la vez lo defenestran en cuanto tienen ocasión. Una situación, precisamente a la que están expuestos muchos personajes públicos, no sólo por su repercusión mediática, sino por una fama que les viene heredada de sus propios progenitores. En este caso, y ante los comentarios que se ensañan con su primogénito, David Beckham no dudó mostrar su orgullo y dedicar estas palabras a su hijo a través de su cuenta de Instagram.
No sabemos cómo encajará todo este revuelo Brooklyn Beckham, pero lo cierto es que no es la primera aventura profesional tras la cámara que le granjea duras críticas por no tener experiencia ni conocimientos previos. Y sino sólo hace falta recordar la campaña de Burberry, otra incursión no exenta de polémica. La firma británica confiaba en el talento del hijo mayor de los Beckham a la hora de capturar la campaña de la línea de fragancias Brit, destinadas precisamente a adolescentes. Las duras sátiras posteriores no “amedrentaron” a Brooklyn, por lo que suponemos que éstas tampoco harán demasiada mella en el joven. ¡Todo está por ver!
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