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La princesa Beatriz de York acudía anoche a la fiesta que tradicionalmente el Museo Victoria and Albert y los grandes almacenes Harrods organizan con motivo del inicio del verano. La hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson está acostumbrada a acaparar los flashes de los fotógrafos en los eventos a los que acude, sin embargo, en esta ocasión no lo hizo por su título, sino más bien por el atrevido vestido por el que apostó para la V&A Summer Party.
Beatriz suele apostar por looks sobrios, elegantes y de corte bastante conservador. De vez en cuando es posible ver cómo se permite ciertas licencias a la hora de vestir y apuesta por ‘outfits’ más modernos, sin embargo, los vestidos como el que lució anoche no suelen tener cabida en el armario de la Princesa.
El diseño, de color azul navy, forma parte de la nueva colección de la firma británica Self Portrait. Una marca por la que la Duquesa de Cambridge también ha apostado en alguna que otra ocasión, aunque sin arriesgar tanto como lo hizo la prima de los príncipes Guillermo y Harry.
Confeccionado en guipur, la pieza juega con las falsas transparencias mientras incorpora una ajustada combinación de color nude, que provoca este efecto tan llamativo. De corte midi, manga corta y volantes en el escote y parte baja de la falda, incorpora una serie de botones alrededor del cuerpo del vestido que permite enseñar los hombros y conseguir un sutil efecto ‘cut out’, algo que la Princesa prefirió descartar. ¿Su precio? 397 euros.
Por otra parte, el diseño, que se ajustaba bastante bien a la silueta de Beatriz de York, y que no se caracteriza precisamente por ser apto para todo tipo de mujeres, jugó una mala pasada a la Princesa nada más llegar a la fiesta. Desliz aparte, Beatriz de York consiguió por su originalidad ser una de las invitadas mejor vestidas de la velada, a la que también acudió su hermana Eugenia, grandes diseñadores y personalidades del mundo de la moda como Tom Ford o Emilia Wickstead y actrices de la talla de Elizabeth Hurley.
Aunque con el arranque de Ascot la Princesa de York ha tenido una agenda bastante ajetreada, lo cierto es que Beatriz ha optado por llevar una vida más tranquila y alejada del foco mediático desde que pusiera fin a su relación con su prometido Dave Clark. En su lugar, Beatriz ha preferido centrarse en el trabajo y volcarse en distintas obras de caridad. Según publica el diario británico Daily Mail, la nieta de Isabel II lleva desde el pasado mes de noviembre ejerciendo como vicepresidenta de una multinacional de software, Afiniti, mientras busca patrocinadores para una inversión de más de 2 billones de euros para un nuevo proyecto en la Bolsa de Nueva York.
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