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A la derecha, para defenderse mejor
El hombre como figura militar lleva a varios historiadores, como Chloe Chapin o Megan Garber, a justificar los botones a la derecha por la facilidad que supone sacar un arma escondida en tu camisa o para no frenar una espada al desenvainarla con el cierre. Obviamente, ambos utensilios bélicos se llevarían en el lado izquierdo y se cogerían con la mano contraria.
A la izquierda, para las madres y las diestras
En el caso de las prendas para mujer, tres teorías justifican situar los botones al lado izquierdo. Una de ellas, haría relación al modo en el que se cabalgaba en siglos pasados: al montar a caballo sentadas de lado con ambas piernas al lado izquierdo, la prenda se llenaría de aire si se abotonara al lado derecho.
Otras hipótesis hace referencia a la lactancia. Las mujeres que tenían que amamantar a sus bebés, en principio lo sujetarían con el brazo izquierdo, quedando libre la mano derecha para abrir la camisa. Por su parte, Melanie Moore, co-fundadora de la firma Elizabeth & Clarke, comenta que en el siglo XIII (cuando sitúa la invención del botón), las mujeres no se vestían solas, sino que contaban con doncellas que les abotonaban las prendas. Al ser estas últimas en su mayoría diestras, les facilitaba el trabajo poner los botones a la izquierda.
Cambian las modas, se innova en tejidos pero la posición de los botones se mantiene en gran parte de la industria textil. ¿Llegará a desaparecer del todo esta tradición tan obsoleta y controvertida?
