Kate Hudson siempre acapara todos los ‘flashes’ de la alfombra roja gracias a su impecable estilo: natural e irresistible. Por ello, la icónica firma de complementos Jimmy Choo ha contado con ella para su campaña de otoño-invierno 2015-2016. Aprovechando la ocasión indagamos en sus recuerdos más emocionantes sobre el mundo de la moda.
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Si antes os adelantamos que su estilo es ‘magnético’, todo cuadra cuando ella misma afirma que sus “iconos de estilo son Julie Christie, Anita Pallenberg, Kate Moss y Cher”. Y si a estas personalidades tan fuertes sumamos la “influencia de los años 70”, tenemos capturada la esencia de Kate.
Secretos de ‘red carpet’
Sus ‘looks’ de alfombra roja son de los más comentados pero, ¿sabes cuáles son sus favoritos? “Mi vestido favorito fue un Versace dorado que llevé a los Oscar en 2003. Otro de mis favoritos fue el Valentino que me puse en los Globos de Oro de 2003 y el McQueen que llevé los Globos de 2013”.
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Para lucir estos ‘outfits’ la actriz se pone en manos de sus estilistas, “trabajo con mucha gente y la opinión de todos cuenta. Por lo general, es una elección difícil entre dos prendas. Lo sopesamos entre todos y hablamos de ello. Tiene que ser cómodo, eso es un punto clave para mí”.
Su primera incursión en la moda
Con una madre ‘celebrity’ lo normal es que Kate esté de sobra familiarizada con este mundo, es más, afirma que“cuando era una niña fui a un fitting de mi madre con Bob Mackie para un editorial especial en el que estaba trabajando. Ella estaba en su estudio y había telas y lentejuelas por todos lados. Yo estaba asombrada, era como estar en un pequeño ¡sueño de la moda! Recuerdo que me hizo un arco con pequeños alfileres de lentejuelas, de todos los colores. Fue un momento que nunca olvidaré porque estaba muy emocionada”.
Otro momento importante para toda amante de la moda es cuando tiene sus primeros zapatos de tacón. En el caso de Kate fueron “rojos brillantes”. Su madre se los regaló cuando “tenía doce años por mi graduación", comenta. "No me dejaba usar tacones en aquel entonces, pero yo solía ir a su armario y probármelos, por supuesto. Llevaba un vestido de verano que tenía una falda grande y era blanco con pequeñas cerezas impresas. Mi madre me compró mi primer par de zapatos de tacón alto ese día , sólo tenían una pulgada o menos, eran de color rojo brillante y me los entregó envueltos. ¡Estaba tan feliz!”.