Yves Saint Laurent: Una vida dedicada a la moda
Genio y visionario indiscutible del mundo del diseño
Yves Saint Laurent, en una imagen de archivo en la década de los 70.
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El diseñador, junto a Claudia Schiffer, al final de uno de sus desfiles.
Si algo destaca a Yves Saint Laurent, además de su gran genio creador, es su carácter depresivo, transgresor y contradictorio, que ha sumido al diseñador en frecuentes crisis que, a veces, ha zanjado dando a luz una colección brillante. Este francés nacido en Orán (Argelia) en 1936 es una leyenda de la moda por derecho propio, autor del traje pantalón, el esmoquin femenino, la sahariana, el ‘jumpsuit’ (mono), los shorts...
Desde su llegada a París a los 17 años demostró su enorme talento. Amante de la moda desde muy joven, acudió a la capital francesa con sus dibujos bajo el brazo, los cuales presentó a Michel de Brunhoff, por aquel entonces director de la revista ‘Vogue’ francesa. Éste quedó maravillado por sus bocetos y no dudó en publicarlos. Poco después, conoció a Christian Dior, con quien comenzó a trabajar bajo sus órdenes en 1954. Se convirtió en su mano derecha, hasta la muerte del diseñador francés en 1957. Después pasó a ocupar el puesto de director creativo de la firma.
Su primera colección, Ligne Trapéze (‘Línea trapecio’) fue todo un éxito. De hecho, recibió por ella un ‘Neiman Marcus Oscar’.
En 1960, tuvo que abandonar su puesto al frente de Dior tras ser llamado a filas por el ejército francés, periodo en el que sufrió su primera gran depresión, por la que tuvo que ser ingresado durante más de un mes en el hospital. Mientras tanto, la casa Dior nombró como director a su asistente, Marc Bohan, lo que disgusta enormemente al modisto, que decide demandar a la empresa. Yves recibe una indemnización y animado por Pierre Bergé, su amigo y socio -el hombre que hasta hoy día sigue velando por sus intereses- crea su propia casa de costura. La crítica especializada, el público entendido y el de la calle se asombran ante su atrevida demostración y caen rendidos a sus pies ante la gran cascada de innovaciones que surgían de su mente.
En 1962, presenta la primera colección bajo su nombre y cuatro años después lanza le smoking, que se ha convertido con el paso del tiempo en un clásico. Con esta prenda y el resto de sus creaciones (la ‘sahariana’ (1962), la blusa transparente (1966), el ‘jumpsuit’ (1968)...-, se convierte en el pionero de una moda más democrática, rápida y asequible pensada para las nuevas generaciones. Su blusa transparente contribuye a la revolución sexual y sus bucaneros y bermudas dejan atónitos a los espectadores de sus desfiles. En 1970, destaca por su americana femenina y sus vestidos y blusas que dejan la espalda desnuda... Por esos años el ministerio de Hacienda francés admite que esta casa de moda recauda más que la Renault, pero al año siguiente su colección “Estilo años 40” obtiene muy malas críticas e Yves, tan sensible como siempre, abandona la moda durante los dos años siguientes.
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