Mouna Ayoub exhibirá su extensa colección de alta costura

La millonaria libanesa ha comprado un palacete que convertirá en un museo consagrado a la moda

Mouna Ayoub, con un conjunto de Chanel, su marca preferida. Pinche sobre la foto para ver más imágenes.

"La alta costura es el aspecto más espiritual de la moda", asegura Mouna Ayoub.

Acceder a su vestidor supone emprender un fascinante viaje a través de la moda. Chanel, Dior, Yves Saint Laurent, Givenchy, Ungaro, Valentino... No hay gran modisto que no firme alguno de sus trajes. Y es que Mouna Ayoub es una de las pocas mujeres en el mundo que se puede permitir el lujo de vestir, a diario, de alta costura, es decir, con conjuntos confeccionados a medida por los grandes couturiers, que presentan sus creaciones dos veces al año en París ante un reducido y exclusivo grupo de privilegiadas.
Es tal su pasión por ella que esta libanesa afincada en Francia no falta a un desfile de la pasarela más lujosa del mundo, y es clienta habitual de Chanel -su marca preferida-, aunque nunca le ha puesto mala cara, ni mucho menos, a un traje de Valentino, Dior o Yves Saint Laurent.

La última adquisición de Mouna Ayoub, sin embargo, no es ningún espectacular vestido hecho a medida pero tiene que ver, cómo no, con la alta costura. Y es que ha comprado un palacete parisino que planea convertir en un museo en el que exhibirá su amplia colección de trajes, algunos de ellos ni siquiera estrenados, acumulada tras años y años de compras.

"He comprado el palacete en una subasta por muy poco dinero; 250.000 libras (unos 70 millones de pesetas), el precio de dos vestidos", declaró la millonaria, de 44 años, al periódico británico Daily Mail.
Mouna siempre ha declarado su amor por la alta costura. Según ella, "es el aspecto más espiritual de la moda. Ninguna mujer elegante y cultivada debe disociar una cosa de la otra. París es aún el corazón de la moda gracias a la alta costura y al buen hacer de sus modistos".

Tras divorciarse de su multimillonario marido, el saudí Nasser Al-Rashid, con el que tuvo cinco hijos, Mouna inició sus propios negocios y se convirtió en un referente en las grandes fiestas. Entre sus amigos se encuentran el príncipe Alberto de Mónaco, junto al que se la ha visto en numerosos desfiles, y la actriz Ursula Andress.
En el año 2000 publicó su autobiografía, La Vérite (La verdad), en la que Mouna desmenuzaba al detalle su desgraciado matrimonio con Al-Rashid. El libro fue un éxito de ventas en Francia.

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