Seducir, ser sexy, brillar: la marca italiana es fiel a su fórmula, con la que Donatella Versace, siguiendo la estela del malogrado Gianni, ha hallado un lugar indiscutible en el reino de la moda. La mujer Versace de esta colección –como de todas las anteriores de la marca- está orgullosa de lucir curvas y es una fanática de los brillos y el encanto evidente. Parece decir a los que la miran: aquí estoy, ven por mí.
En esta presentación, sin embargo, se echaron de menos los escotes en uve que tanto han gustado en años pasados –alguno hubo, pero no como tónica general-, el omnipresente corsé y las transparencias a las que han acudido muchísimos diseñadores esta temporada. Donatella ha optado por un tono algo más discreto que en otras ocasiones, del que destacaban los cuellos redondos, ajustados al cuello en tops y vestidos con la manga al bies, que tanto estiliza los brazos. El tejido estrella de la colección para la próxima temporada primavera verano es la red confeccionada con cristales coloreados.
Los desfiles de Versace levantan una gran expectación. Y es que siempre acude a presenciarlos buen número de famosos seducidos por el glamour Versace. En esta ocasión hizo su aparición estelar la pareja de moda; la formada por Jennifer López y Chris Judd, recién casados, que habían sido invitados por Donatella a iniciar su luna de miel en Milán. Todo un lujo.
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