Donna Karan fue la inventora, en los años 80, del body. Sus diseños son muy populares en la Gran Manzana.
La célebre diseñadora neoyorquina ha decidido poner fin a su independencia. Y lo ha hecho entregándose al imperio LVMH (Louis Vuitton-Möet Henessy), la empresa más potente del mundo del lujo, dueña, entre otras marcas, de Givenchy, Dior, Loewe, Louis Vuitton, Celine, Kenzo o Möet & Chandon. Karan ha vendido los derechos de su empresa, Donna Karan International, a cambio de la nada despreciable suma de 46.000 millones de pesetas y bajo una única condición: seguir al frente del departamento de diseño.
La más popular
Con esta nueva y emblemática conquista, LVMH inicia su expansión a Estados Unidos, un terreno que, hasta ahora, era terra incognita para Bernard Arnault, el hombre fuerte de esta empresa.
Donna Karan es, junto a Calvin Klein y Ralph Lauren, la modista norteamericana más popular. En 1984 fundó Donna Karan International sobre las bases de Donna Karan New York, marca con la que empezó a cosechar sus primeros éxitos, a principios de los años ochenta, al diseñar ropa elegante y ponible con la que las mujeres se sentían cómodas y atractivas al mismo tiempo. Enseguida inició su expansión creando líneas de ropa vaquera, perfumería, lencería y complementos, con las que triunfó plenamente.
Grupos poderosos
El anuncio de esta compra ha levantado gran expectación en el mundo de la moda, en el que, cada vez más, se tiende a que los grandes conglomerados como LVMH, Grupo Gucci o Prada, adquieran las marcas más emblemáticas.